Llucatx Menorca, el hotel de los 550 muebles reutilizados

El proyecto de interiorismo de este complejo, que cuenta con 18 habitaciones y situado en una antigua finca agraria cerca de la carretera que va de Maó a Fornells, ha ido a cargo de la startup Eco-One, dedicada a la sostenibilidad hotelera. Así, con el objetivo de «evitar el consumismo lineal» y «respetar y comprometerse con la esencia de la Isla», se han restaurado desde las cabeceras de las camas, mesitas de noche, mesas y sillas del restaurante, el mobiliario exterior, los espejos, pies de cama y escritorios. Y lo han hecho para cada pieza con su propia técnica de restauración, en función de las condiciones en las que se encontraba y la funcionalidad designada según el espacio que ocupará en el hotel.

La idea de este concepto era de conseguir «una mezcla ecléctica de la esencia menorquina junto a una estética sofisticada», y por ello, además de restaurar el mobiliario, también se ha conservado «materiales isleños característicos y auténticos como los suelos de barro, las vigas de madera o las tejas originales», con la finalidad de «fusionar lo auténtico con una restauración delicada, trabajando la circularidad a través de la transformación del mobiliario existente y evitar generar una gran cantidad de residuos innecesarios». Con todo, pretenden venderse como un destino de «lujo eco-chic» que garantiza exclusividad, tranquilidad y autenticidad con «un estilo sofisticado y carácter isleño», destinado a cubrir «las nuevas necesidades de un turista cada vez más exigente y concienciado con el medio ambiente».