El nuevo Ejecutbo balear deberá continuar con la licitación la construcción de siete pantalanes de gestión directa que permitirán ampliar los 87 amarres de tránsito | Gemma Andreu

TW
16

Un total de 30 usuarios de amarres de tránsito en el puerto de Fornells para esloras no superiores a 12 metros se han quedado esta temporada sin ninguna opción de poder conseguir un punto de atraque debido al cambio de instrucción que regula la adjudicación a cargo de Ports de les Illes Balears.

La mayoría de estos propietarios de barcas son residentes habituales del verano en el pueblo norteño que disfrutan del contacto con el mar desde siempre. Ahora, la modificación introducida el año pasado por el organismo balear, de plena aplicación en este ejercicio, les ha provocado una profunda indignación.

La instrucción regula la concesión de estos amarres atendiendo a que los solicitantes deben figurar entre las 539 personas que están en lista de espera para obtener un atraque de base, y en función del puesto que ocupan en esa misma relación. Para los 87 amarres de tránsito, es decir, los que tienen un uso limitado a los meses de verano, se presentaron este año 322 solicitudes, incluidas barcas de alquiler, por lo que 235 se han quedado esperando turno, y entre ellos figuran los 30 que no tienen opción ya que no están inscritos en la lista de quienes aguardan uno fijo.

El nuevo criterio obedece a las quejas de otros aspirantes, con menos arraigo en Fornells, que se veían perjudicados hasta este año porque las concesiones se repetían para aquellos veraneantes de toda la vida, muchos de ellos menorquines de Alaior o Es Mercadal.

«Esta regulación es más justa y más transparente», justifica Francesc Xavier Ramis, director general de Ports IB, «aunque perjudique a unos y beneficie a otros, pero se hace solo en función de la lista de espera». La situación, además, se ha agravado porque Medio Ambiente ha suprimido algunos de los amarres más próximos a la costa por posidonia.

El director general explica que a partir de la licitación para la construcción de siete nuevos pantalanes, que deberá continuar el nuevo Govern, Fornells tendrá 77 amarres más de los que tenía antes de la reforma del puerto, entre los que 60 serán de tránsito por lo que parte de esta demanda podrá ser absorbida.

El apunte

«A fondear o a sacar la barca del agua, no hay otra»

«A fondear en Ses Salines o a sacar la barca del agua como van a hacer muchos», explica Valentí Roca Rosselló, un usuario habitual de los amarres de tránsito a quien solo se ha concedido el amarre durante 15 días en junio. Lamenta la falta de explicaciones y el perjuicio que se causa a gente que lleva toda la vida veraneando en Fornells.

El año pasado aún no se aplicó esta nueva instrucción, «pero este año, además con las obras todavía en marcha, todo es un caos», indica el usuario, contrariado por el cambio y porque algunos de estos amarres los utilicen barcas de alquiler.

Pau Llull es otro de los residentes a quienes perjudica el cambio de criterio para la adjudicación de los amarres. «Es un desastre, se da prioridad a otros, en mi caso tengo a ocho por delante en la lista y me he quedado sin amarre», con la única opción posible de que se le adjudique uno a finales de agosto, indica. Considera que una regulación es necesaria, «no queremos que nos regalen la argolla pero que la gente de aquí, del pueblo, nos quedemos sin ella es inverosímil». Llull señala que muchos fondearán en Ses Salines e irán caminado o utilizando un padelsurf hasta la barca si no deciden sacarla del agua.

En esa misma línea se expresaba esta semana Maria Camps, en una carta en este diario. En lista de espera para un amarre base desde hace años, se ha quedado sin ninguno disponible para su tipología de embarcación. Camps denuncia que hay pantalanes que no se aprovechan en toda su extensión, «se ocupan en su mayoría por barcas de alquiler o de esloras superiores».

Recogida de firmas

La exregidora alaiorense ha iniciado una recogida de firmas bajo el lema «Fornells: justicia portuaria», para modificar la situación que perjudica a los residentes de toda la vida frente a quienes están de paso en la Isla, y reclamar prioridad para los que llevan pagando el amarre toda la vida.