El precio de los menús escolares en centros públicos de Menorca alcanza importes superiores a los siete euros diarios. | R.L.

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Los precios de los menús escolares en Menorca están al alza y son de los más elevados no solo de Balears, sino también de todo el país. Pocos son los comedores de centros docentes de la Isla que ofertan menús por menos de siete euros diarios, cuando en otras localidades como Asturias el precio se sitúa en la mitad, en torno a los tres euros y medio.

Un estudio diagnóstico sobre los comedores escolares en Balears elaborado por el Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional (Cerai), la Asociación de la Producción Agraria Ecológica de Mallorca (Apaema), FAPA Mallorca y Justicia Alimentaria desvela así que Menorca cuenta con la mayoría de comedores con menús a precios disparados. De los consultados, tan solo uno dispone de una oferta por un coste igual o inferior a seis euros y medio. Dos ofrecen un menú por un precio igual o inferior a siete euros y nueve por un coste superior a ese importe.

«Hace falta una revisión», concluye el informe, «el precio del comedor escolar es un gasto importante para las familias y puede ser un factor limitante para muchas de ellas», advierte. Los motivos detrás de estos precios que están muy por encima de la media estatal son «diversos», apunta Núria Llabrés, coordinadora de Justicia Alimentaria en Balears y residente de Menorca, aunque añade que «la insularidad y la doble insularidad son factores base» que se intensifican con una «regulación insuficiente de los precios máximos por parte de la administración».

El estudio insiste, así, en que «la incidencia de los comedores escolares en la realidad socioeconómica de las familias, muy importante en algunos entornos, es un aspecto que las administraciones no pueden ignorar».

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Solicitud de becas comedor

Los precios actuales de los comedores hace que sea necesaria, también, una revisión de las ayudas para acceder a este servicio, según sugiere el informe. «El incremento de las solicitudes de las becas comedor y el porcentaje que representan respecto al total de alumnos usuarios del servicio, hasta el 45 por ciento en el curso 2022/23, evidencia que los comedores escolares tienen un papel socioeconómico muy importante para las familias que no se puede obviar», enfatiza Llabrés.

Asimismo, llama la atención que, de acuerdo con el documento, de los 21 centros educativos de titularidad pública de Menorca, tan solo 14 disponen de un comedor escolar, lo que representa un 66,67 por ciento, un porcentaje muy inferior al 91,36 por ciento que hay en Mallorca. «La cuestión es si los centros que no tienen comedor es porque no los necesitan, porque no reúnen las condiciones o porque nadie los ha solicitado», resalta Núria Llabrés.

La decisión de reclamar la apertura de un comedor está en manos de los centros educativos y, en concreto, de los equipos directivos. «Además, se constata la ausencia de una planificación por parte de la administración para asegurar una cobertura suficiente de este servicio», indica el estudio diagnóstico, con el que se da a conocer la situación actual de los comedores escolares de los centros públicos no solo de la Isla, sino del resto de Balears, y las líneas de trabajo para mejorar la situación.

«Lo que queremos ahora es contar con la participación de los actores del sector para pensar, de manera conjunta, cuáles serían las formas para lograr una alimentación saludable, sostenible y justa en nuestros comedores escolares», subraya a este respecto Vicent Colom, técnico de Cerai y coordinador del informe.

El apunte

Un comedor por municipio: el reclamo del Observatorio de la Infancia

Que haya, al menos, un comedor escolar por municipio para todas las edades es la propuesta que defienden desde el Observatorio de la Infancia de Menorca. «Cuando falta un comedor y se pone en marcha, aflora la demanda», asegura Nel Martí, presidente de la entidad, que se muestra partidario de virar hacia la tendencia de la gratuidad para garantizar el acceso de las familias más vulnerables a este servicio.

Recuerda que no hay comedores escolares en todos los municipios y que los que hay excluyen a los alumnos de secundaria. «Tengan la edad que tengan, unos y otros tienen las mismas necesidades», subraya. Insiste en la idea de que los comedores escolares cumplen, además de con la función nutricional y educativa para fomentar una dieta variada y equilibrada, con la función de compensación social para garantizar el derecho básico a tener una alimentación sana que, además, repercute en la «mejora del rendimiento académico», añade Nel Martí.

Reparto de desayunos

Desde el Observatorio de la Infancia también inciden en la necesidad de dar una respuesta a los menores en riesgo de pobreza con medidas como la inclusión del reparto de desayunos a primera hora, antes de la jornada escolar.