Al desvío acceden propietarios de parcelas y usuarios de servicios que hay en la zona. | Gemma Andreu

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Los vecinos de Talatí de Baix, núcleo que pertenece al término municipal de Maó, piden una alternativa al cruce actual que hay en la carretera general que sirve tanto para acceder como para salir de la zona. Alegan que la «peligrosidad» del tramo lo convierte en un «punto negro» de la red de carreteras de Menorca y reclaman al Consell que encuentre pronto una solución para evitar más accidentes de tráfico. «La estadística y la hemeroteca demuestran que es un cruce muy peligroso, en el que hay muchos accidentes», afirma Ernest Previ, presidente de la Asociación de Propietarios de Talatí de Baix.

A las 45 parcelas que hay en el núcleo los dueños acceden a través del camino de Talatí, una desviación a la derecha de la carretera de Maó a Ciutadella que también se utiliza para salir, cambiar de sentido y de dirección. Además de los propietarios, también circulan por este tramo los usuarios que se dirigen al Club Hípic Maó, los que visitan el yacimiento prehistórico de Talatí de Dalt y los que van a la subestación de Repsol Butano. «Acaba siendo una vía de mucho tránsito», explica Previ. De ahí que insistan en los riesgos que conlleva la existencia de este cruce en la carretera general.

«Se construyen puentes y rotondas a doble nivel pero no se plantea nada para mejorar la seguridad en un punto de la carretera tan peligroso como este», denuncia Ernest Previ, que insta a técnicos y responsables a estudiar el caso y actuar.

El apunte

Denuncian el «limbo eterno» en el que siguen los huertos

Sin avances en el proceso de ordenación de Talatí de Baix. La asociación de propietarios expone que «seguimos igual que hace años, han pasado diferentes colores políticos por el Ayuntamiento y no hemos conseguido nada» para ordenar este núcleo de Maó, que cuenta con 45 parcelas en las que hay casetas de aperos vinculadas a huertos de ocio que, con el paso del tiempo, han ido creciendo con construcciones complementarias sin contar con la correspondiente autorización. «No sabemos qué hacer, a quién acudir, no aprueban ni deniegan nada, seguimos en un limbo eterno y tenemos interés en encontrar una solución», comentan. Desde el Ayuntamiento recuerdan que el plan especial que presentaron los propietarios «no concordaba con la realidad» y que pidieron uno nuevo. Cuando el plan «concuerde con las características actuales», afirman desde el Consistorio, se podrán ejecutar los trámites correspondientes.