Familias en el primer día del curso escolar, el pasado 12 de septiembre. | Josep Bagur Gomila

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Acabado el curso 2022-2023 en el que la aplicación de la Lomloe se estrenó con la Educación Infantil y los cursos impares de Primaria y Secundaria -sin calificación numérica salvo en Bachillerato-, los profesores trabajan ya en la organización de las clases para el próximo septiembre con la normativa y situación actual, es decir, los cursos pares de todos los niveles deben incluirse en un nuevo modelo educativo que ahora mismo vuelve a estar pendiente de un hilo. La decisión sobre la continuidad o no de la ley tal y como se ha empezado a aplicar este curso es política, y el verano comienza con un cambio en el Govern balear y unas elecciones generales a la vista.

De momento los docentes están en ascuas, pero preparando el próximo curso con la Lomloe, «no podemos hacerlo sobre suposiciones», explica Maria Josep Rebassa, directora del IES Maria Àngels Cardona de Ciutadella. Los procesos en colegios e institutos no se detienen, pero lo cierto es que hay órdenes de evaluación sobre el aprendizaje de los alumnos, de la Conselleria balear de Educación, que aún no están aprobadas.

«Hay comentarios pero nadie nos ha dicho nada, el curso se prepara con la normativa actual y a la expectativa, porque luego en septiembre habrá cambios que no se podrán hacer», explica Jaume Bonet, director del instituto Cap de Llevant de Maó, quien añade que este proceso «está siendo un aprendizaje para todos, profesores, familias y alumnos, es un nuevo sistema y hay horas y horas de dedicación del profesorado para transmitir estabilidad, hemos intentado que funcione lo mejor posible, formándonos, pero con un año de aplicación no basta» para ver los resultados, señala.

La explicación de las calificaciones a los padres con el nuevo método, por semáforos y notas extensas, es algo que «a las familias les ha costado entender», apunta Lidia Rosselló, directora del CEIP Mare de Déu de Gràcia. Como otros profesionales tiene dudas sobre si la norma se puede modificar desde la comunidad autónoma siendo una Ley orgánica, que además sigue la línea del Marco Europeo para el aprendizaje y la adquisición de competencias clave como el trabajo en equipo, la competencia digital o la comunicación lingüística.

Sobre la continuidad de la Lomloe en septiembre, los docentes siguen con la preparación y la asignación de los profesores aunque «de manera oficial no tenemos nada, ni borradores, pero no podemos quedarnos de brazos cruzados ni dejar de aplicar la normativa vigente», afirma Amanda Camps, directora del CEIP Sa Graduada de Maó. La incertidumbre ha vuelto a las aulas.

Giro político

No solo hay cambio político en el Govern sino que las elecciones del próximo 23-J también abren la posibilidad de cambios en la Lomloe si hay un giro político en Madrid. La próxima presidenta del Govern, Marga Prohens, ya reclamó aplazar la aplicación de la Lomloe en Balears en octubre del año pasado, tras analizar cómo estaba funcionando un mes después del inicio de curso y tras reunir a la comisión de educación del PP. En el preacuerdo establecido entre PP y Vox se acuerda la elección de primera lengua en los colegios y se habla de un modelo educativo «basado en el mérito y el esfuerzo».

Por otro lado, si el cambio se produce en el Gobierno central, el líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo ha anunciado que realizará «ajustes» en la norma. La Lomloe fue aprobada por el Ejecutivo de Pedro Sánchez en diciembre de 2020 sin consenso parlamentario. PP, Vox y Ciudadanos presentaron enmiendas a la totalidad que fueron rechazadas.

El apunte

Las jornadas de formación del CEP se aplazan

La falta de estabilidad normativa en este momento, ya que no se ha aprobado la resolución de evaluación de Educación, ha llevado a aplazar las jornadas de formación sobre la Lomloe que debían realizarse los días 6 y 7 de julio en Menorca. Dichas jornadas debían completar los talleres realizados a finales de abril en el campo de aprendizaje del faro de Cavalleria, según explican desde el Centre de Professorat de Menorca (CEP), pero ahora han quedado en suspenso.

Estas jornadas eran esencialmente técnicas, orientadas a la valoración de los criterios de evaluación, para interpretar dichos criterios y vincularlos a la situación de aprendizaje, ayudando a los profesores que deben ponerlos en práctica el próximo septiembre. Trabajar con los criterios de evaluación ha sido una de las dificultades a la que se han enfrentado los docentes en el primer curso de aplicación de la Lomloe, que prima el aprendizaje por competencias y suprime las calificaciones tradicionales. Por ello se realizó el encuentro en Cavalleria, que debía ampliarse este julio con unas jornadas multitudinarias y dirigidas a todos los docentes de Menorca.