Adolfo Vilafranca, con la vara de mando, tras ser proclamado nuevo presidente del Consell de Menorca | Katerina Pu

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Dolfo Vilafranca Florit (Maó, 1978) se ha convertido en el undécimo presidente del Consell, recuperando los mandos de la institución para el Partido Popular ocho años después, aunque esta vez no en solitario, sino formando la primera coalición de gobierno de derechas. La entrada de Vox en el gobierno de la máxima institución insular ha centrado los focos de la sesión de investidura que se ha celebrado este sábado en la sede de la Plaza de la Biosfera de Maó, donde PSOE y Més per Menorca han focalizado sus críticas en el pacto de los populares con la formación de Abascal.

Los votos favorables de los seis consellers del PP y de la consellera de Vox, Maite de Medrano, han permitido la mayoría necesaria para que el mandato de Vilafranca comience a caminar. En su discurso de investidura el nuevo presidente del Consell ha defendido que el pacto con Vox se ha hecho «desde Menorca y para Menorca» y que «no ha sido monedad de cambio de nada», en respuesta a los reproches de la izquierda, que ha acusado al PP de haberse sometido a la «imposición» de Mallorca para permitir un gobierno en solitario de Marga Prohens, presente en el acto.

Los consellers del nuevo mandato en el Consell de Menorca | Katerina Pu

Vilafranca ha defendido que «desde el primer momento la voluntad fue la de llegar a acuerdos con la otra formación que apostaba por el cambio», y ha asegurado que las negociaciones «han sido fáciles». La alocución de Vilafranca ha estado muy marcada por la presencia de Vox en el gobierno insular, insistiendo en diversas ocasiones en que «gobernaremos para todos sin distinciones, con sentido común y moderación», esta última palabra una de las más repetidas. «Los menorquines pueden estar tranquilos, gobernaremos con rigor y ‘seny’. Lo haremos con menos carga ideológica y centrados en la gestión. Nuestro objetivo es gobernar de forma equilibrada».

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Vilafranca ha aprovechado su discurso de investidura para introducir algunos temas que no estaban presentes en el acuerdo programático con Vox, como son las dificultades de acceso a la vivienda y la gestión del agua «Hemos constatado como se agravan problemas como los de la vivienda, la conectividad aérea, la gestión del agua, los residuos o la falta de modernización de las infraestructuras». También ha hecho hincapié en la necesidad de «preservar el territorio natural que nos hace únicos». Como grandes ejes del «cambio de rumbo» que quiere para la institución, el presidente ha puesto el acento en la gestión: «Gestionar no debe implicar nunca más parálisis, apostamos por la claridad, la sencillez y la honestidad, las normas y procedimientos administrativos no pueden ser un laberinto que genera confusión y hacen desistir muchos proyectos».

Vilafranca, felicitado por la presidenta del Govern, Marga Prohens | Katerina Pu

La consellera de Vox, Maite de Medrano, que ha sido la encargada de entregar la vara de mando a Vilafranca como presidenta de la mesa de edad, ha asegurado que se compromete a «trabajar para todos los menorquines sin distinción» asegurando que otra Menorca arranca «tras ocho años de parálisis, delirios ideológicos y algunas veces de pancatalanismo». Se ha comprometido asimismo a velar por la «máxima eficacia y eficiencia en la gestión por el progreso la libertad y la igualdad», aunque «sin olvidar nuestras convicciones» y ha abogado por «que cesen las imposiciones y las arbitrariedades.

Por su parte, los portavoces de la oposición, Josep Juaneda por Més per Menorca y Bàrbara Torrent por el PSOE, han advertido que el acuerdo de gobierno con Vox es ambiguo y que concreta pocos términos. Juaneda ha señalado que «por primera vez el gobierno de Menorca no se ha decidido sede la isla, ha sino una imposición desde Mallorca y menosprecio hacia la primera institución menorquina. Menorca ha sido una moneda de cambio para que Prohens pueda presidir un gobierno monocolor».

Mientras, Bàrbara Torrent, del PSOE, ha aclarado que a pesar del resultado de las elecciones, la suma de los votos de los partidos de izquierda fue mayor que los de la derecha. «Esto lo tendría que tener presente en cada decisión que tome», ha advertido a Vilafranca. Ha resaltado que durante la campaña Vilafranca mantuvo un discurso moderado, «pero ahora se ha escorado a la ultraderecha».