El presidente del Consell insular, Dolfo Vilafranca. | Katerina Pu

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El gobierno del Consell aprobó, en su Consell Executiu del pasado 24 de julio, la incorporación a los remanentes de cerca de 22 millones de euros (21.971.335 €) del capítulo de inversiones que no se consumieron en el pasado ejercicio 2022. Esta cifra supone dos tercios de lo presupuestado en el capítulo inversor insular, que asciende a 33,7 millones de euros, y parte de esos remanentes se destinarán al capítulo 7 de transferencias de capital de 2023. El Consell Executiu aprobó incorporar al presupuesto de 2023 tanto los créditos que amparan compromisos de gasto ya establecidos, como los remanentes de crédito a 31 de diciembre de 2022.

El saldo total del remanente del Consell es de 45,9 millones de euros y la cantidad de la que puede disponer el Consell para el presente ejercicio es de 32,4 millones.

Pese a que la Ley de Estabilidad Presupuestaria, que condicionaba el uso de los superávits, sigue en suspenso y eso afloja las riendas del control de déficit y deuda en las administraciones, los servicios técnicos de la institución se encuentran ahora analizando, por encargo del presidente de la institución, Dolfo Vilafranca, cómo se pueden gastar esos ahorros en la financiación de distintos proyectos que tiene en marcha la Corporación, uno de ellos y para el cual el PP prometió recuperar financiación del Estado, es la continuación de la reforma de la carretera general.