El calor ha adelantado la vendimia. La de Torralbenc Vell, en la imagen, se inició la semana pasada y ocupa a 16 personas. | Gemma Andreu

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Este año aumenta la producción de vino en Menorca, que espera terminar 2023 con más de 200.000 botellas en el mercado y una facturación próxima al millón y medio de euros.

Pero la plantación de viñedo es ya tan significativa, superior a las 150 hectáreas, que el presidente de la asociación de bodegueros de la Isla, César Palomino, confía en «duplicar la producción en los próximos cinco años».

La clave reside en que, además de las diez bodegas ya asociadas, hay 30 productores en toda la Isla. De ellos, al menos otros dos emprendedores ultiman la inminente comercialización de su propio vino. Es el caso de las 10 hectáreas de viña de la finca de Santa Catalina, en la carretera de Son Bou, y de Torralba, en el camino hacia Macarella, donde los franceses Cyril Paillard y Jean Moueix promueven desde hace siete años una plantación de 40 hectáreas. Un proyecto que, tras la prueba llevada a cabo durante el último año, les permitirá sacar adelante su propia marca, si la vendimia les es favorable, a partir de este próximo mes de octubre.

«Era uno de los productores a los que hasta ahora comprábamos», dice Luis Anglés, de las Bodegas Binifadet, quien ya asume, en consecuencia, la entrada en el mercado de un nuevo competidor y un leve descenso de su producción a lo largo de este año.

Pero no serán los únicos. El presidente de los viticultores menorquines, César Palomino, también tiene en cuenta las explotaciones activas en Al Parico, Santa Ponça y Torre Vella que, sin estar dentro de la asociación, se preparan igualmente para convertirse en «grandes productores».

Entonces, «habrá más competencia y, lógicamente, se disparará la producción de vino». Pero Luis Anglés no teme que eso repercuta sobre las marcas ya existentes. «Seguirá habiendo mercado para todos».

Binifadet rozó el año pasado las 100.000 botellas, casi la mitad de la producción total de vino en Menorca, aunque este año asume que, «al no haber comprado de otros productores, a lo sumo superaremos las 70.000 u 80.000 botellas».

Pese a ello, seguirá liderando el ránking de las diez viñas asociadas a la Identificación Geográfica Protegida (IGP) Vi de la Terra de l’Illa de Menorca. Le siguen Torralbenc, con cerca de 50.000 botellas anuales, y Vinyes Binitord, que alcanza las 35.000.

Más del 80 por ciento del vino de Binifadet se vende en Menorca, sobre todo en restaurantes, aunque también tiene presencia fuera. Ahora mismo se distribuye por diversos puntos de venta en Mallorca, Eivissa, Barcelona, Girona y ciudades de Bélgica, Holanda, Alemania o Puerto Rico.

El apunte

La plantacion de viña aún no alcanza ni el 1 por ciento de la superficie útil

El Consell cifra en 153 las hectáreas de viña plantada en Menorca, lo que supone aún apenas el 0’71 por ciento de la superficie agrícola útil. Pese a ello, la plantación de cada una de las 30 explotaciones de uva es intensiva y permite producir una gran cantidad de vino.

De hecho, el crecimiento de las plantaciones ha triplicado su superficie a lo largo de los ocho últimos años. Tan es así que, además de las 153 hectáreas ya existentes, hay otras 16 que están tramitando las autorizaciones pertinentes para sumarse a la producción vinícola. Eso hará que en un par de años la extensión dedicada al vino alcance las 169 hectáreas, 115 de ellas protegidas con la Identificación Geográfica de Vi de la Terra.