Joana Febrer, ya jubilada, cambia sus labores en la alcaldía de Ferreries por su afición en el huerto.

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Perdieron las elecciones y la opción de formar gobierno por apenas 32 votos, pero al menos seis de los ocho miembros que hasta finales de mayo compartían gestión en el Consell de Menorca aún siguen viviendo de la política.

De hecho, solo una exconsellera, la menorquinista Montse Morlà, ha regresado a la vida civil. Exalcaldesa de Sant Lluís entre 2015 y 2019, puso fin de inmediato a la excedencia por servicios especiales para reincorporarse a su plaza de tutora de Primaria en la escuela Mare de Déu de Gràcia de Maó.

Había ingresado en el colegio en plena pandemia y el suyo, de hecho, fue el primer grupo del centro que se confinó por culpa del Covid. Hasta que, en el verano de 2022, Més le propuso suplir a Francesca Gomis al frente del área de Movilidad y ella aceptó el reto.

Montse Morlà da un paso al lado en política y vuelve a las aulas.

Y aún no descarta volver a la política activa en el futuro. «Nunca le cierro puertas a nada», asegura Morlà quien, no obstante, ha decidido «distanciarme del día a día del partido. Mantengo la afiliación al PSM, y acudo a las asambleas, pero ya no para asumir cargos orgánicos».

En su opinión, «ahora toca dar oportunidad a otros para que gobiernen y, sobre todo, hacer autocrítica». La necesaria para rearmarse desde la oposición y esperar a los próximos comicios para volver al gobierno. Mientras, Montse Morlà seguirà con su labor docente. «A finales de mes ayudaré a montar la biblioteca» y el 1 de septiembre retomará «con muchas ganas» a su plaza de profesora.

Uno de sus compañeros en Més, el exvicepresidente de Cultura, Juventud, Educación y Deportes, Miquel Àngel Maria, tampoco seguirá en política institucional. Ocupó el tercer lugar de la candidatura al Parlament y, al no obtener el acta de diputado, prefiere «no dar explicaciones» sobre su futuro laboral.

Por contra, los otros seis consellers de la coalición PSOE-Més-Podem seguirán en política. Es el caso del portavoz de Més per Menorca en la institución, Josep Juaneda, quien ha solicitado la excedencia por servicios especiales para poder realizar labores de oposición sin perder la plaza de funcionario en propiedad que ostenta como técnico de Deportes del Consell. Mantener el compromiso y su dedicación política le hará cobrar incluso menos que si hubiera recuperado ya su trabajo de entrenador deportivo.

En las filas socialistas, todos seguirán cobrando de las instituciones. La expresidenta del Consell, Susana Mora, lo hará a partir del 23 de octubre, una vez agotado el permiso por maternidad al que se ha acogido tras dar a luz a su tercera hija. Y, como su compañera Noemí Gomila, mantendrá la excedencia de la que disfruta en el sindicato UGT.

Noemí Gomila cobrará por las labores de oposición del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Es Castell, y tanto Bárbara Torrent como Josep Pastrana, que repetían en los cuatro primeros lugares de la lista, lo harán por dedicarse a fiscalizar la acción del nuevo gobierno PP-Vox en el Consell. La extitular del área de Bienestar Social, Bárbara Torrent, conservará asimismo su excedencia como trabajadora del Ayuntamiento de Ciutadella.

La exconsellera de Servicios Generales, Participación Ciudadana y Vivienda, Cristina Gómez, también sigue en política. Ahora, como diputada de la coalición Unidas Podemos al Parlament, donde seguirá al menos hasta mediada la legislatura. Entonces, si no cambia el panorama, volverá a su despacho de abogada en Maó.

Los exalcaldes, a caballo entre el Parlament… y el huerto

Tres de los cinco alcaldes que perdieron el cargo en las elecciones del 28 de mayo siguen en política. Las exalcaldesas de Ciutadella, Joana Gomila (Més per Menorca), y Sant Lluís, Carol Marquès (PSOE), ya no concurrieron a los comicios como números uno municipales y pasarán la legislatura estrenando su condición de diputadas en el Parlament balear.

Joana Escandell, quien no pudo reeditar la alcaldía de Es Castell, mantiene por ahora su condición de concejal de la corporación municipal. En cambio, los antiguos primeros ediles de Ferreries, Joana Febrer, y Es Mercadal, Francesc Ametller, han confirmado su condición de jubilados, desde la que ya ejercieron como alcaldes de sus respectivas poblaciones. En el caso de Ametller, tras permanecer hasta 13 años en el cargo.

Joana Febrer recuerda que, antes de su paso por la alcaldía de Ferreries, ya se había jubilado de la labor docente que desempeñó durante buena parte de su vida laboral. Ahora, fuera del Ayuntamiento, dedica su tiempo «a la familia, a los amigos, a leer y, sobre todo, a hacer de hortelana».