Imagen del centro de Ciutadella, epicentro turístico de la Isla, muy concurrido ayer por la mañana a pesar de que ya ha arrancado el otoño. | Josep Bagur Gomila

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El archipiélago balear ha vuelto a batir este verano su récord de presión humana y es precisamente su isla más protegida, la única declarada Reserva de Biosfera, la que en términos relativos ha experimentando un mayor incremento de la suma de residentes y visitantes sobre el territorio. Los datos del mes de julio hechos públicos por el Institut d’Estadística de Balears sitúan la media diaria de presión humana en Menorca en 208.670 individuos. Resulta un promedio de 11.113 personas más al día que en el año 2022, un crecimiento del 5,62 por ciento, con diferencia el más acusado de Balears y sin precedentes en el primer mes de la temporada alta.

La comparación con Mallorca es especialmente llamativa. La hermana mayor del Archipiélago registró en el mes de julio un incremento casi cuatro veces inferior al de Menorca, del 1,79 por ciento. En Eivissa ese crecimiento interanual fue del 3,16 por ciento. De hecho la pitiusa mayor ha registrado un repunte en números absolutos inferior al de Menorca (una media diaria de 9.619 personas más que en julio de 2022) a pesar de que cuenta con casi 60.000 habitantes y unas 25.000 plazas turísticas más que Menorca, que está mostrando un mayor margen de crecimiento.

El caso de Formentera, en el que en los últimos años se vienen aplicando restricciones al turismo como la que limita la llegada de vehículos, merece una mención especial. La menor de las pitiusas ha seguido una tendencia opuesta a la del resto de islas. El pasado mes de julio, en pleno crecimiento de la llegada de personas al Archipiélago, vio descender los niveles de presión humana un 3,5 por ciento.

La estadística de presión humana del mes de julio ha dejado un dato histórico en Menorca. En el primer mes de la temporada alta se ha registrado el día con el mayor número de personas sobre la Isla en su historia, superando cualquier jornada del agosto récord de 2022. Fue el 29 de julio, cuando sobre la Isla coincidieron nada más y nada menos que 225.820 individuos entre visitantes, residentes temporales y vecinos. La cifra supera el máximo histórico registrado el año pasado en agosto, el mes más turístico, lo que hace augurar que cuando el mes que viene se dé a conocer la presión humana del agosto habrá que volver pronunciar la palabra récord.

Si resultan significativos los datos expuestos de media mensual y día de máxima presión, no se queda atrás el de la jornada con menos personas, que se registró el 2 de julio, con 193.166 individuos, son 11.575 más que en el día más tranquilo de julio de 2022. El aumento es en este caso del 6,37 por ciento, de nuevo el más pronunciado del Archipiélago y deja si cabe más claro que el incremento registrado de la presión humana no ha sido fruto de la distorsión de algunos días concretos, sino totalmente generalizado.

Mes a mes

De hecho el repunte de la presión humana no ha sido flor de un mes, sino que se viene produciendo en la Isla con considerable fuerza desde que empezó el año y en especial con el arranque de la temporada. Aunque hay que tener en cuenta los aumentos de la población censada, el fenómeno es eminentemente turístico. En los meses de mayo y junio el auge de la presión humana fue incluso superior, del 6,9 y el 6,5 por ciento respectivamente (de nuevo los más altos de Balears). Sin embargo, a medida que vamos retrocediendo en el calendario van reduciéndose los crecimientos relativos. En abril fue del 4,3 por ciento, en marzo, del 3,9 por ciento, y en febrero y enero del 1,6 y del 1,7 respectivamente.

El apunte

La Isla con más diferencia de personas entre invierno y verano

Menorca es la isla balear que vive mayores diferencias entre los meses de invierno y los de verano, omitiendo en la comparación a Formentera por su bajísimo número de residentes, apenas 12.000. Entre la media anual de enero y la de julio la diferencia ha sido este año de 107.426 individuos, lo que supone un aumento del número de personas sobre el territorio del 106,1 por ciento. En Mallorca obviamente el incremento en valores absolutos ha sido muy superior, de 476.260 personas, pero el crecimiento relativo es muy inferior, del 49 por ciento. En Eivissa el crecimiento se aproxima más al de Menorca, pero resulta inferior, del 101,8 por ciento. Por otro lado, Menorca también se erige, al menos en el mes de julio, como la isla balear que registra los mayores índices de presión humana en relación a su número de empadronados. Tomando los últimos datos oficiales del padrón municipal, esa media diaria de 208.670 personas que se contabilizó en el mes de julio supone un incremento de personas sobre el territorio del 116,3 por ciento en relación a la población empadronada, una ratio de 2,16 individuos por residente. Dicho de otro modo, la población se más que duplica cuando llega la punta del verano. En Mallorca ese aumento que se registra en julio en relación a la población censada es del 58,2 por ciento, con una ratio de 1,49 personas sobre el territorio por persona empadronada. En Eivissa, por su parte, el incremento es del 103,6 por ciento y la ratio se queda justo en el dos por ciento.