Coches desembarcan de un ferri en el muelle del Cós Nou. | Gemma Andreu

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La Autoridad Portuaria de Balears (APB) ha publicado los datos de tráfico de pasajeros en el puerto de Maó y las cifras de julio y agosto revelan que ha sido un verano ‘negro’ en el muelle del Cós Nou, donde atracan los ferris de las distintas navieras que operan en el lugar. Hasta un 30 por ciento ha caído el volumen de pasajeros que embarcaron o desembarcaron en el puerto de Maó durante esos dos meses, según consta en las estadísticas.

El dato en julio bajó de 27.159 pasajeros en 2022 a 18.950 en 2023. En lo que respecta a agosto, el descenso es aún más acusado, ya que pasó de 41.441 en 2022 a 28.070 en 2023. Por lo que toca a coches, en julio de 2022 fueron 8.797 vehículos los que estuvieron registrados en régimen de pasaje y en el mismo mes de 2023 un 25 por ciento menos, un total de 6.565. En agosto pasó de haber 13.993 a 9.889 coches en régimen de pasaje de un año a otro.

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Las cifras obtenidas este verano contrastan con las alcanzadas en años pasados, especialmente, antes de la pandemia, en 2018 y 2019. En julio de esos años hubo hasta 24.165 y 39.070 pasajeros respectivamente, mientras que en agosto se detectaron 23.254 y 43.423 pasajeros en el Cós Nou. La más que evidente caída del tráfico en el puerto de Maó ha impactado de lleno en las empresas que trabajan en la zona, que efectivamente han tenido menos trabajo en comparación con otros ejercicios.

Además, los resultados en el puerto de Maó desentonan con los récords históricos que ha habido este verano en el dique de Son Blanc y el Aeropuerto de Menorca, especialmente durante el mes de agosto. Entre ambos, sumaron entonces algo más de 850.000 pasajeros, unos 30.000 más que en agosto del año pasado, lo que representa un incremento aproximado del 3,6 por ciento en el volumen de tráfico que incluye tanto a residentes como a turistas.