La pandemia paralizó durante meses la actividad de la hostelería en Menorca.

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El Juzgado Mercantil número 4 de Palma ha perdonado una deuda total de 96.439 euros a un matrimonio de Ciutadella que no pudo hacer frente a los préstamos que tenía debido a los retrasos en los pagos del ERTE iniciados con la crisis del coronavirus. La pareja, que tiene una hija, se quedó sin ingresos de forma sobrevenida y tuvo que elegir entre «pagar las deudas o comer». El juez, al amparo de la Ley de Segunda Oportunidad y al entender que son deudores de buena fe, exonera al hombre de un pasivo insatisfecho de 53.805 euros y a la mujer de un pago de 42.634 euros.

Los hechos se remontan a los inicios de la pandemia de la covid-19. Hasta ese momento, el matrimonio tenía un nivel de vida estable, con unos ingresos que les permitían subsistir cómodamente. Esto los animó a adquirir un vehículo. El hombre se dedicaba al sector de la hostelería, mientras que la mujer trabajaba a tiempo parcial en un supermercado.

Al estar sus trabajos relacionados con los sectores más afectados por la crisis derivada de la pandemia, la economía familiar cayó en picado y tuvieron grandes dificultades a la hora de encontrar un nuevo trabajo. «Eso supuso una enorme traba a la hora de hacer frente a las distintas deudas que habían contraído cuando su economía se lo permitía», explica la abogada que ha llevado el caso, Marta Bergedà, socia fundadora del despacho leridano Bergadà Asociados.

Tres meses sin cobrar

La mujer de Ciutadella argumenta que «la pandemia fue algo totalmente imprevisible. A los dos nos pusieron en un ERTE y durante tres meses estuvimos sin cobrar. De hecho, posteriormente, solo empecé a percibir dinero yo y llegó un momento en el que la situación fue insostenible, porque era pagar las deudas o comer». Además, tienen una hija y «era muy preocupante ver que cada vez era más complicado comprar su comida». Incluso, la familia se vio obligada a dejar el piso que tenía alquilado y se fue a vivir con un familiar para minimizar los gastos.

Asimismo, la situación se complicó cuando decidieron solicitar varios préstamos rápidos con intereses abusivos para hacer frente a las deudas acumuladas. «Pensábamos que aquella era una solución, pero no fue así, porque todo fue a peor, ya que las deudas pasaron a ser todavía más grandes». Finalmente, tomaron la decisión de intentar pagar solo los préstamos del vehículo, y dejar de abonar las cantidades pendientes de los créditos rápidos con intereses abusivos «porque nos estaban agobiando».

Tratamiento psicológico

La abogada, Marta Bergadà recuerda que «la pareja estaba en una situación límite provocada por esas deudas que tenían y que les estaban agobiando». La buena noticia para ellos llegó a principios de este octubre, cuando el magistrado el Juzgado Mercantil número 4 de Palma de Mallorca emitía el Auto en el que aplicaba la Ley de la Segunda Oportunidad al matrimonio y le exoneraba del pasivo insatisfecho.

La pareja llegó a necesitar tratamiento psicológico, tras verse inmersa en una dinámica económica que iba a peor. Ahora, no obstante, la situación ha cambiado y ambos tienen un trabajo estable durante todo el año.