Zonas como Cala en Blanes dan síntomas de clara obsolescencia y cumplen con los requisitos para ser declaradas maduras. | Gemma Andreu

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Menorca se arriesga a quedar fuera del reparto de 60 millones de fondos europeos para la modernización de las urbanizaciones turísticas. El Govern ha anunciado que a finales de noviembre publicará una convocatoria para subvencionar proyectos de mejora en el Archipiélago, pero avanza que estará destinada a aquellas zonas que hayan sido declaradas maduras. Desde que hace once años la Ley Turística introduce ese figura, y a pesar de que son muchos los núcleos turísticos que se ajustan las condiciones que establece la normativa, el Consell no ha aprobado la declaración de ninguna zona madura en la Isla.

Tal y como ha sido anunciada por el director general de Turismo del Govern, Josep Aloy, esta convocatoria dejaría totalmente excluida Menorca, que arrastra una gran necesidad de inversiones de mejora en sus urbanizaciones. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en el pasado se ha dado la misma circunstancia con otras convocatorias de planes de inversiones y finalmente se ha podido negociar una excepción para que parte de los fondos llegaran a la Isla. Dos ejemplos son las ayudas para compensar la quiebra del turoperador Thomas Cook o más recientemente el Plan para la Sostenibilidad Turística del Gobierno.

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En ambos casos inicialmente se circunscribía el reparto de fondos a las zonas declaradas maduras, pero finalmente se logró introducir en las bases alguna formulación que permitiera que Menorca pudiera acceder. La negativa de los diferentes equipos de gobierno a proceder a la declaración formal de zonas maduras en Menorca, una vieja reivindicación de patronales del sector turístico como la Asociación Hotelera de Menorca (Ashome) obliga cada vez que sale un plan de inversiones o una convocatoria de ayudas a buscar pactos in extremis y confiar en la palabra de administraciones de rango superior para que la Isla no quede excluida. Ahora tocará volver a hacerlo y cruzar los dedos para que el articulado de las bases recoja lo pactado.

No en vano, la declaración de zonas maduras convierte automáticamente esos enclaves en «estratégicos a efectos de priorizar las ayudas de diferentes administraciones en la rehabilitación de cualquier tipo de edificación y uso». Así lo recoge la Ley Turística, que establece que cuando se aprueba esa declaración, se entienden asimismo declarados de interés autonómico todos los planes y proyectos para su mejora.

Después de más de una década en que no se han dado pasos ciertos para la declaración de zonas maduras en Menorca, el Ayuntamiento de Ciutadella dio el primero hace apenas diez días, cuando el pleno aprobó una moción enmendada para reclamar que todas las urbanizaciones del término municipal sean declaradas maduras o saturadas. El Consistorio deberá realizar ahora un informe vinculante y el Consell será el encargado de aprobar esta declaración en sesión plenaria. El PTI determina que estas zonas deberán contar con un Plan de Rehabilitación Turística integral.

El apunte

El PTI permite a las zonas maduras crecer sobre suelo rústico

La declaración de una urbanización como zona madura o saturada permite que pueda crecer sobre suelo rústico. Así lo recoge la revisión del Plan Territorial Insular (PTI), que en su versión definitiva rebaja la intención del redactado inicial, reservando esta posibilidad exclusivamente a los casos en que sea para construir nuevos equipamientos «de uso o servicio público».

El plan urbanístico insular establece que las zonas turísticas maduras contarán con un Plan de Rehabilitación Turística integral que posibilitará la ejecución de mejoras de urbanización, servicios de infraestructuras existentes, así como de renovación de oferta de equipamientos complementarios y de ejecución de nuevas infraestructuras, equipamientos o servicios. Esa nueva oferta puede ejecutarse sobre terrenos clasificados como rústicos deteriorados, siempre y cuando haya una continuidad espacial con la urbanización y no implique «un impacto paisajístico o visual negativo, ni afectación al medio en que se encuentren, y con medidas correctoras energéticas y medioambientales».

Asimismo se establece que este crecimiento no produce ningún derecho de cambio de clasificación del suelo y se limita al 0,5 por ciento del área total de la zona declarada como saturada. Tampoco se permite que haya un incremento de plazas turísticas o de volumen ya edificado de la oferta de alojamientos turísticos o de viviendas susceptibles de dedicarse al alquiler turístico.