La nueva tasa de residuos de Maó coincide con la implantación del ‘puerta a puerta’. | Gemma Andreu

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Después de que el pleno de Maó rechazara la propuesta del equipo de gobierno del PSOE para la nueva tasa de residuos, con el voto en contra del PP y de Xisco Cardona y la abstención de Ara Maó, los socialistas están negociando con las fuerzas políticas presentes en el Consistorio una nueva fórmula que permita aprobar la ordenanza.

En el marco de estas negociaciones, desde el PSOE han aceptado cambiar la propuesta que presentaron en el pleno, que consistía en la implantación de una única cuota de 135 euros para todas las viviendas, a modo de tarifa plana. Ahora se trabaja en una tasa mucho más baja, con una cuota base que rebaja a la mitad lo anunciado inicialmente, y basada en un sistema de tarifas por tramos, en función de los metros cuadrados de las casas. Así las cosas, los socialistas apostarían por un sistema similar al que el PP ha aprobado en Es Castell, en este caso con la abstención de los grupos de la oposición, PSOE y Som Es Castell.

De esta manera, y según la propuesta que hay encima de la mesa, a la cuota base se le aplicaría un coeficiente que reduciría o aumentaría la cantidad a pagar en función de los metros cuadrados de la vivienda, quedando la cuota final siempre muy por debajo de la propuesta inicial de 135 euros.

Insuficiente para Ara Maó

Desde Ara Maó, ayer señalaron que aunque la nueva propuesta surgida de las negociaciones les parece más proporcionada, su postura en caso de que se convoque un pleno extraordinario para aprobarla seguiría siendo la abstención.

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En este sentido, el portavoz de Ara Maó, Jordi Tutzó, afirmaba que esta nueva propuesta «al menos alcanza algo de progresividad, un atributo que todo sujeto tributario debería tener para no ser tildado de injusto», pero lamentaba que su formación todavía no puede votar favorablemente,    «porque no se tiene en cuenta ni la cantidad de residentes dentro de cada vivienda, ni su realidad social y económica». «Continuamos quedando cortos con las bonificaciones sociales», añaden.

Además, desde la agrupación de electores explican que aunque se ha hablado de hacer una implantación de la tasa en tres años, consideran que la nueva propuesta del PSOE no concreta esta aplicación gradual, tal y como ellos piden.

Desde Ara Maó también remarcan la necesidad de no tratar la ordenanza como un cuerpo separado del resto del ordenamiento fiscal del Ayuntamiento y sin conocer la totalidad de ingresos municipales previstos para el próximo año. Por todo ello, anuncian que se mantienen en la abstención, a pesar de apreciar mejoras en la nueva propuesta de los socialistas, y de estar dispuestos a seguir con las negociaciones.   

Calendario apretado

La nueva tasa de residuos tiene que entrar en funcionamiento el próximo 1 de enero por imperativo legal y, por ello, las reuniones entre el equipo de gobierno del PSOE, el Partido Popular y Ara Maó se suceden desde el pasado jueves, cuando la primera propuesta se rechazó. Si se consigue llegar a un acuerdo, la idea del alcalde Héctor Pons es convocar un pleno extraordinario este mismo jueves para poder avanzar lo más rápido posible en la entrada en vigor de la ordenanza. Después de su aprobación en sesión plenaria, el texto todavía tendrá que estar treinta días en exposición pública y, posteriormente, se tendrán que resolver las alegaciones presentadas.