Dos turistas circulan con una scooter de alquiler en verano. La flota de motocicletas crece y cada vez hay más circulando por la Isla.

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El anuncio de que a partir de este año será obligatorio realizar un curso de perfeccionamiento para que los titulares de un permiso B, con tres años de antigüedad, puedan conducir motos de hasta 125 centímetros cúbicos ha encendido las alarmas en el sector del alquiler de este tipo de vehículos.

La nueva norma les afecta de lleno, porque desde que se posibilitó el manejo de motocicletas de esa cilindrada con el carné de coche (en 2004), son mayoría los clientes que se animan a alquilar motos y scooters de esa potencia para recorrer la Isla durante sus vacaciones.

Los empresarios dudan de que, si se les obliga a hacer un curso, los turistas alquilen este tipo de vehículo como lo venían haciendo hasta ahora. Las motocicletas y scooters de pequeña cilindrada son más baratas, consumen menos y se aparcan fácilmente, por lo que son un vehículo que tiene mucha demanda en el alquiler durante la temporada alta.

«Para mi negocio es un desastre, estoy centrado en ese segmento y son muchos los clientes que alquilan con el permiso B, esperemos que no se aplique ya, este mismo verano», lamenta el propietario de la firma Manel Scooters.

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Este empresario cree que «estamos pagando los platos rotos de la prohibición de que los coches circulen sin etiquetas ambientales en el centro de grandes ciudades, la gente allí está cogiendo ciclomotores y scooters para moverse y es ahí donde ha aumentado la siniestralidad», opina.

«Si alguien no sabe conducirla, no se la alquilamos»

«Prácticamente todo el mundo viene con el permiso de coche», señalan en la firma Rentals Balear, «así que claro que nos va a afectar, la medida evitará que alquile gente sin experiencia pero también lo impedirá a otros que sí la tienen, aunque conducen la moto con el carné B. En esta firma aseguran que «si vemos que un cliente no sabe ir en moto no se la alquilamos, les pedimos al menos un año de experiencia».

Es fácil saber cuando alguien no ha montado nunca en moto, aseguran quienes se dedican al negocio, «hay gente que no sabe ni cómo arrancar». En Rideon confirman que escuchan muchas frases como «no puede ser tan difícil» o «yo sé ir en bici» por parte de clientes inexpertos, «no tienen mucha conciencia del peligro», señala un empleado.

Desde Autos Valls apuntan que, efectivamente, la exigencia del curso dará «más seguridad en la circulación», pero «mucha gente no se lo sacará, la repercusión para las empresas será negativa, porque son muchos los clientes que alquilan scooters 125 cc con el permiso de conducir B».

El apunte

La voz de las autoescuelas: «A nivel de conducción, una moto y un coche no tienen nada que ver»

Para las autoescuelas exigir un curso mínimo para que un conductor de coche se pase a las dos ruedas no es tan descabellado. Por el contrario, es lo que se venía haciendo antes de la normativa actual, cuando siempre era necesario el permiso A1 para llevar una moto de hasta 125 centímetros cúbicos, con una práctica específica en un circuito cerrado y también una prueba de circulación.

Ahora son los adolescentes con 16 años cumplidos pero aún sin acceso al carné de coche, los que se sacan el A1; con 15 años también pueden optar a la licencia de conducción de un ciclomotor hasta 49 cc. Las motocicletas de mayor cilindrada no se ven afectadas por estos cambios ya que requieren el A2.

El director de la autoescuela Xuqui de Maó, Cristóbal Mercadal, no ve mal la medida que ahora anuncia Interior. «Es positiva para la gente que no ha conducido una moto en su vida», señala, porque como instructor puede confirmar que una cosa es conocer las normas de circulación, comunes para todos los vehículos, pero «a nivel de conducción una moto y un coche no tienen nada que ver, la práctica es diferente en la moto y si tienes un impacto, te lo llevas tú».