La filóloga menorquina Fina Salord.

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Fina Salord, filóloga y excoordinadora científica del Institut Menorquí d’Estudis, asegura que los datos de uso del catalán en Menorca van en la línea de los últimos treinta años y no son casuales, «sino el resultado de que la sociedad menorquina continúa siendo muy coherente y cohesionada». Además, remarca que las cifras «equiparan a Menorca con los territorios con mejores resultados del conjunto de la comunidad catalanoparlante, y no solo de las Islas».

Sin embargo, Salord subraya que esta situación no tiene que llevarnos al conformismo, «porque la salud de una lengua no se dirime en uno de los lugares donde se habla, sino en el conjunto de todos los territorios». En este sentido, insiste en que «los resultados de Eivissa y Mallorca nos tienen que preocupar mucho, porque son muy dolorosos».

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Emergencia lingüística

Salord entiende que la situación actual del catalán está relacionada con las grandes olas migratorias que han tenido lugar en las Islas durante las últimas décadas, «que no juegan a favor de la lengua», así como con el modelo económico de la comunidad, centrado en el monocultivo turístico. «La lengua no es un elemento aislado y los datos lingüísticos también son el resultado del tipo de sociedad que tenemos», afirma.

Como primer paso para revertir la actual situación, Salord considera necesario incrementar la conciencia lingüística de la ciudadanía, para que se entienda el estado actual de la lengua catalana. «Tenemos que ser conscientes, y en Menorca también, de que nos encontramos en una situación de emergencia lingüística, y estamos en un momento histórico clave, en el que la balanza está muy decantada hacia la pérdida del catalán».

Finalmente, Salord considera que los menorquines se tendrían que preguntar «si continúan siendo isleños, de acuerdo a su tradición histórica, o si ya hay una ruptura, que ahora mismo parece evidente».