Las viviendas sociales que se vaciaron el año pasado en Menorca y fueron adjudicadas de nuevo en alquiler por el Institut Balear de l'Habitatge (Ibavi) fueron 40 –la mayoría en noviembre y diciembre–, una cifra que no llega a cubrir ni el 10 por ciento de las peticiones que hay en lista de espera, 429 familias según el último dato disponible. Esa bolsa de solicitantes volverá a depurarse y será actualizada como cada año en febrero, pero es poco probable que descienda o cambie de manera significativa. La gerencia del Ibavi admite que es imposible cubrir la demanda existente con las promociones de vivienda pública, que avanzan a un ritmo muy inferior al de las necesidades ciudadanas.
Ahora mismo hay en cartera cinco proyectos que supondrán poner en el mercado del alquiler a precio limitado 78 viviendas. La inversión prevista por el Ibavi en Menorca en su presupuesto para 2024 es de 15,6 millones de euros. La promoción más avanzada es la de Es Migjorn Gran –a la que el presupuesto de 2023 destinó casi 800.000 euros–, con nueve viviendas cuyo proceso de adjudicación está iniciado.
En Es Castell se construye la mayor promoción de las que se ejecutan ahora mismo en Menorca, con las 35 viviendas dotacionales del Clot de Santa Anna, que avanzan a buen ritmo. Otras dos promociones, de 11 viviendas cada una, se levantan en Fornells y en Sant Lluís. Por último, en Alaior, donde existía un proyecto estancado desde 2010, se reactiva la promoción de otros 12 pisos, un local y 10 plazas de parking; esta última actuación tardará más que las otras, cuyos plazos, salvo en Es Migjorn, se fijan en torno a 2025.
Entre las viviendas que se vacían y las que se crean, ni aun en la hipótesis de que la lista de peticionarios actual quedara congelada, se podría cubrir la demanda existente en años. El decreto de emergencia habitacional del Govern, en vía de tramitación parlamentaria, busca por ello la colaboración privada y abre el abanico de posibilidades con medidas como ceder suelo público a promotores para crear vivienda a precio tasado; reconvertir locales en viviendas; dividir grandes pisos en apartamentos; subir alturas en algunas zonas urbanas con dientes de sierra y la última, destinar suelos turísticos a viviendas que puedan ocupar trabajadores del sector.
Cabe recordar que hasta la fecha los ayuntamientos de Maó, Ciutadella y Es Mercadal han suspendido de forma cautelar la aplicación del decreto y otros municipios como Ferreries y Sant Lluís han limitado su alcance suspendiendo algunos aspectos concretos.
La directora del Ibavi en Menorca, Águeda Reynés, afirma que en los meses que lleva al frente de la oficina, desde septiembre, ha entregado llaves de cerca de una decena de pisos. Añade que una de sus prioridades es que las viviendas que son retornadas al Ibavi, porque sus inquilinos mejorar su situación, cambian de ciudad o cualquier otra circunstancia, «se adecúen y regresen rápidamente al mercado, he insistido mucho para ello, es nuestra prioridad».
El apunte
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