Una trabajadora limpia las puertas acristaladas de una oficina en Maó. Las mujeres son el 99 % de este colectivo | Gemma Andreu

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Parejas con hijos, con trabajo remunerado de uno o todos los miembros de la unidad familiar, e ingresos netos mensuales de 2.000 a 3.000 euros o más constituyen el grueso de los hogares que tiene acceso a contratar servicio doméstico remunerado en Menorca.

Son un total de 2.606 hogares (el 6,93 por ciento de un total de 37.620), en los que viven 9.514 menorquines (menos del 10 por ciento de la población), los que responden que tienen ayuda doméstica remunerada en la Encuesta de Características Esenciales de la Población y Viviendas 2021 que realiza el Instituto Nacional de Estadística y que recoge el Institut Balear d’Estadística (Ibestat).

El dato sobre la ayuda remunerada en el hogar contrasta con el de afiliación de trabajadoras -la gran mayoría siguen siendo mujeres-, que publica también el Ibestat, ya que en 2023 el mes que más cotizantes tuvo el epígrafe ‘actividades de los hogares como empleadores’ fue julio, con 520 afiliadas.

La cifra se mantiene constante durante todo el año en torno al medio millar, y es llamativa porque es una quinta parte de los hogares que manifiestan tener limpiadora, aunque luego se añaden otras tareas como puede ser cocinar, planchar, hacer la colada o incluso hacer todas esas cosas cuando no están al cuidado de los niños o los mayores, porque algunas trabajadoras pueden ser dadas de alta para una tarea y combinar varias.

Economía sumergida

Solo hay una explicación para ese desfase estadístico, según los sindicatos UGT y CCOO, y es que el sector, pese a la normativa laboral que obliga a que estas trabajadoras sean dadas de alta, sigue siendo precario y con mucha actividad sumergida; otra razón es que algunas empleadas sí están dadas de alta por un hogar o una empresa, pero por una cantidad de horas que no es suficiente para completar un sueldo que les permita vivir, por lo que continúan su jornada limpiando sin darse de alta o en B.

Desde enero de 2012 el Régimen Especial de la Seguridad Social de los Empleados de Hogar se integró en el Régimen General como un sistema especial, son trabajadoras sujetas a la relación laboral especial del servicio de hogar, que es el empleador, quedando excluidas de este sistema las que son contratadas por empresas. Otra modalidad es la de cotizar como autónoma y trabajar para diferentes pagadores.

300 euros de cuota al mes

Este es el caso de Marga, que a sus 58 años lleva 35 en este sector. También trabajó sin estar dada de alta cuando era más joven «antes no te aseguraban», explica, luego la ley cambió pero, en lugar de cerrar acuerdos con cada casa se dio de alta como autónoma y ahora, emitiendo factura por el servicio (al que se aplica un 21 por ciento de IVA), trabaja limpiando clínicas, despachos y algunos hogares en los que lleva muchos años, «en alguna casa empecé cuidando los niños y aún sigo, ahora con la limpieza». Aunque se queja de que, a diferencia de otro tipo de trabajos, el de los hogares «no desgrava, ni a ellos ni a mí».

Marga considera que el IVA es demasiado elevado y que también es costoso para los hogares dar de alta a las trabajadoras, no lo considera justo «hay gente que lo necesita, se hace mayor y no puede ocuparse de su casa como antes, y yo creo que poder tener todo limpio le da dignidad a una persona», asegura.

Paga la cuota mínima de autónoma «aún así son 300 euros al mes, tengo que cubrir eso y sacar algo más para poder vivir, pero quiero cobrar algo cuando me retire o si me pongo enferma o tengo un accidente, porque aquí si trabajas ganas, y si no, no». Con esta independencia también puede trabajar y facturar para una empresa de limpieza si esta tiene un pico de trabajo y recurre a empleadas externas, por ejemplo, en verano.

Marga cree que el tipo de empleada de hogar como ella se va acabando, porque las trabajadoras «quieren estar aseguradas y prefieren estar cubiertas por una empresa, para poder tener sus derechos».

Un trabajo de mujeres y en una gran mayoría inmigrantes

«Este es un sector en el que trabaja mucha gente en la economía sumergida, y eso es una competencia desleal», afirma una exempresaria de la limpieza, que ya traspasó su negocio por la edad, 63 años, y las muchas horas de dedicación que requiere. Lamenta que las personas que realizan las tareas de limpieza sin cotizar ofrecen precios por hora inferiores a los que puede cobrar una empresa que tiene de alta a todas sus trabajadoras.

En todos los años que se dedicó a este negocio, solo tuvo un hombre contratado; es un trabajo feminizado, 99 por ciento de sus empleadas siempre fueron mujeres y en el perfil hay otro dato, y es que son inmigrantes, «muchas sudamericanas, aquí hay poca gente que se quiera dedicar a esto», señala. Su empresa estaba especializada en la limpieza de escaleras para comunidades de vecinos, limpiezas a fondo de finales de obra o de chalés turísticos, un ámbito este último de mucha actividad.

El apunte

Una ayuda en casa que está fuera del alcance de madres que viven solas con sus hijos

Las parejas, con o sin hijos que convivan en el hogar, son las que más recurren a la contratación de empleadas para limpiar su vivienda, suman 1.416 hogares, seguidas de los hogares unipersonales, con 544 que declaran contratar el servicio doméstico. Estos datos contrastan con el número de padres y madres solas con hijos en el hogar, las familias monoparentales, que no pueden permitirse contratar limpiadoras; solo 86 hogares de este tipo figuran en la encuesta del INE como empleadores de trabajadoras para este tipo de tareas. Las parejas con hijos que conviven suman 744 hogares con empleada doméstica remunerada.

Para recurrir a este servicio y pagar para que alguien externo realice las tareas del hogar hay que tener unos ingresos estables y el número de empleadores es directamente proporcional a la renta de la unidad familiar. Del total de 9.514 menorquines que se pueden permitir no hacer los trabajos domésticos y pagar por ellos, 6.364 personas se encuentran en los 1.172 hogares que declaran unos ingresos altos, de 3.000 euros netos o más al mes.

Otros 623 hogares con limpiadoras contratadas se encuentran en la horquilla de ingresos netos mensuales de 2.000 a menos de 3.000 euros, y de 1.500 a 2.000 euros hay 376 hogares empleadores. La cifra mengua a medida que baja la renta, aún así hay 222 hogares con trabajadoras de alta que ingresan de 1.000 a menos de 1.500 euros y 213 hogares con ingresos netos mensuales de menos de mil euros.

Por la situación laboral de sus miembros, en un millar de hogares con servicio doméstico contratado todos tienen trabajo, mientras que en 935 alguno de sus miembros tiene trabajo. Destaca asimismo la cifra de 521 hogares con empleadas de hogar dadas de alta en los que todos sus miembros están jubilados, o hay personas con una discapacidad.