La solución planteada en Rafal Rubí sigue enfrentando al PP y a la oposición. MedioAmbiente concluye que echar abajo el puente tiene menos impacto que el proyecto original, pero el actual gobierno del Consell insiste en mantenerlo. | Gemma Andreu

TW
9

El proyecto de la izquierda para demoler el puente a medio construir frente a las navetas prehistóricas de Rafal Rubí pervive a nivel administrativo pese a la intención del nuevo gobierno del Consell de mantener la solución a doble nivel, al entender que es la propuesta que mejor garantiza la seguridad viaria.

La propuesta de derribo tramitada por el anterior gobierno PSOE-Més-Unides Podem llegó en noviembre a la Comisión de Medio Ambiente, que ve innecesario evaluar el impacto de la obra.Según su dictamen, el proyecto «no supone en ningún caso un incremento de los efectos adversos al medio ambiente», ya que las modificaciones introducidas por la izquierda son «soluciones de trazado y constructivas que permiten aseguran un impacto ambiental global reducido respecto del proyecto original».

A la luz de este informe, Més concluye que el Consell ya estaría en disposición legal de echar abajo el puente y cumplir así la «recomendación específica» de la Unesco a la hora de valorar la Menorca Talayótica como Patrimonio Mundial. El Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) pidió «eliminar lo antes posible las obras de la carretera parcialmente completada en la componente c6 y los postes y líneas eléctricas en las áreas del paisaje entre diversos sitios arqueológicos que tienen una influencia negativa en las vistas del paisaje».

Noticias relacionadas

Pero el presidente del Consell, Adolfo Vilafranca, se escuda en que la declaración como Patrimonio de la Humanidad ya es un hecho para «seguir el consejo de los técnicos de la casa y pedir un informe de impacto que no ponga en riesgo el reconocimiento internacional».

El conseller Juan Manuel Delgado también promete «respetar todos los condicionantes medioambientales, patrimoniales y paisajísticos y pedir los informes que sean necesarios para mantener el enlace a doble nivel». Delgado, que es ingeniero de profesión, se compromete a «no intervenir políticamente en nada y dar absoluta libertad a los técnicos contratistas para que, sin ninguna directriz, marquen cómo evitar los giros a la izquierda y los cambios de rasante y diseñen una carretera moderna, cómoda y segura».

Pero el PSOE insiste al gobierno actual para que «aprenda la lección de lo ocurrido hasta ahora y no demore más las actuaciones en la carretera. Tiene el proyecto sobre la mesa, que ya ha pasado por Medio Ambiente y que cumple lo que pedía la Unesco. Así que derriben de una vez el puente y luego hagan su propio proyecto». Susana Mora remarca que «así se ganaría en eficiencia y seguridad», sin poner en riesgo la Menorca Talayótica.