La comunidad educativa se ha posicuionado en contra de la medida impulsada por el PP. En la imagen, la sala de maestros de un colegio de Balears. | M. À. Cañellas

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El primer pleno del Consell Escolar de Menorca presidido por el PP, celebrado el pasado miércoles, ha evidenciado las discrepancias existentes entre la comunidad educativa y la administración, mayoritariamente gobernada por los populares desde las elecciones del pasado mayo. Y lo ha hecho con el tema de la libre elección de lengua y la política lingüística que el PP quiere impulsar en los centros educativos, tras su pacto con Vox.

Unas divergencias que, a tenor de la composición del Consell Escolar de Menorca, pueden ser la tónica general en lo que queda de mandato. El pleno, compuesto por 38 miembros está presidido (Ita López) y vicepresidido (Antonio Airos) por miembros del PP, que fueron nombrados la semana pasada por el Consell de Menorca. También están presentes cuatro alcaldes populares (Alaior, Es Castell, Sant Lluís y Ciutadella), además de la delegada en Menorca de la conselleria de Educación del Govern, Alejandra Marquès.

Enfrente tienen a numerosos miembros de la comunidad educativa, que representan al profesorado y trabajadores educativos, a sindicatos, a los estudiantes, a las familias de los alumnos, así como a los centros públicos y concertados.

Contra la libre elección de lengua

En la última sesión plenaria se aprobó por mayoría una resolución en contra de la libre elección de lengua en los colegios que impulsa para el próximo curso la conselleria de Educación. Se emitieron 26 votos, de los cuales 19 fueron a favor y 5 en contra. Además, se registró una abstención, la de la presidenta Ita López, que acababa de tomar posesión del cargo y, por tanto, no había tenido acceso previo al documento que se sometía a votación.

El vicepresidente que se posicionó en contra, en cambio, sí que tuvo criterio para votar ya que si había podido consultar la propuesta al ser ya vocal del Consell Escolar, en representación de la escuela concertada.

Una 'bienvenida envenenada'

Esta resolución se fraguó en el último pleno, de antes de Navidad, y ha acabado siendo una bienvenida envenenada a la nueva dirección del Consell Escolar de Menorca. En la última sesión plenaria, presidida entonces por Maria Jesús Barceló, y en la que ya habían tomado posesión los cargos del PP nombrados como vocales por los nuevos gobiernos municipales, se decidió (no por unanimidad y con algunas voces en contra) solicitar a la Comisión Permanente del Consell Escolar (formada por 9 miembros, cuya función es elevar propuestas al pleno) que redactara un informe sobre su posición respecto sobre la libre elección de lengua en los centros educativos.

La Permanente redactó el informe y se remitió a todos los miembros del Consell Escolar de Menorca para que presentarán enmiendas, si así lo consideraban oportuno. No se registró ninguna enmienda y en la sesión del miércoles se presentó, lo que causó cierto enojo de la delegada de la conselleria de Educación del Govern, Alejandra Marquès, que expuso una serie de argumentos y objeciones con el fin de evitar su aprobación, alegando principalmente que era una medida que aún no había entrado en vigor.

Asimismo, y siempre según la Conselleria de Educación, Marquès hizo suyos los argumentos defendidos por el conseller: se trata de un plan piloto voluntario, que en ningún caso se puede hablar de segregación y que se cumplirá la actual normativa, entre ellos el Decreto de Mínimos que garantiza que al menos el 50 por ciento de las asignaturas deben ser en catalán. Finalmente, el documento se votó y se aprobó la resolución por mayoría.

El documento aprobado

En sus poco más de dos páginas de extensión, el documento aprobado por el pleno del Consell Escolar de Menorca asegura que actualmente en las escuelas de Menorca «hay dos lenguas oficiales que conviven dentro de los planes lingüísticos de centro y tienen el peso específico que cada centro, ejerciendo su autonomía, decide atribuirlo, siempre dentro del marco legal vigente». Incide en la importancia de la «lengua propia como factor de cohesión social» y que si esta no se asegura al conjunto del alumnado se puede acabar «propiciando desde la escuela una segregación lingüística, pero también social y económica».

  • DOCUMENTO. Consulte la resolución íntegra en este enlace

Critican que se destine una partida de 20 millones de euros durante un trimestre para garantizar esta medida, cuando «la cuestión de la lengua es un problema resuelto» y no entienden que «ahora se vuelva a poner sobre la mesa como un elemento de debate político y social», a la vez que recuerdan que actualmente «hay muchas otras prioridades más urgentes», como los equipamientos educativos, disminución de ratios, aumento de las plantillas, más medios para atender la diversidad...

El documento también entra en la vertiente legislativa. En este sentido, recuerda que tanto el Estatut d’Autonomia, como la Ley de Normalización Lingüística, la Ley balear de Educación o el Decreto de Mínimos abogan por fomentar la lengua propia, e incluso se especifica que «ningún niño puede ser segregado por razón de lengua».

El apunte

El alcalde de Alaior envía a un concejal en lugar de su sustituto oficial, el socialista Héctor Pons

El alcalde de Alaior, José Luis Benejam es miembro del Consell Escolar de Menorca, en representación de los ayuntamientos de Menorca, igual que su homólogo de Es Castell, Lluís Camps. Ambos han sido designados por la Junta de Alcaldes, y se ha designado como sustituto al primer edil de Maó, Héctor Pons y al de Ferreries, Pedro Pons, respectivamente.

En el pasado pleno Benejam (PP) no pudo asistir, pero en su lugar no delegó su presencia a su sustituto oficial, Hector Pons (PSOE), y envió a su concejal de Educación, Fernando Orfila. Este votó en contra del documento presentado, pero su voto se declaró nulo ya que no es miembro del Consell Escolar de Menorca.