Fábricas, pequeñas empresas y autónomos podrán pagar menos impuestos y mejorar su personal e instalaciones. | Josep Bagur Gomila

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El nuevo Régimen Especial de Balears (REB), en vigor desde enero del año pasado, eximirá a las empresas de las Islas de destinar casi una cuarta parte del dinero que ganan al pago de impuestos.

Si su empresa obtiene 100.000 euros de beneficio, le corresponden pagar 25.000 (el 25 por ciento) a Hacienda por el impuesto de sociedades. Pero si destina estos 25.000 euros a invertir en medio ambiente (como poner placas solares en su negocio), comprar maquinaria o generar empleo a partir de ella, quedará exento de pagar hasta el 90 por ciento del impuesto. Así que solo le corresponderá tributar 2.500 euros, el 10 por ciento.

Este es, para hacerlo inteligible, el beneficio fiscal que tendrá para 4.000 empresas y 7.500 autónomos de Menorca el nuevo reglamento del Régimen Especial, que el Govern quiere aprobar en julio y que tendrá vigencia durante los próximos seis ejercicios, hasta 2028.

El borrador del reglamento fue presentado este miércoles por el conseller de Hacienda, Antoni Costa, a los agentes económicos de las Islas con el objeto de «ampliar al máximo la posibilidad de obtener beneficios fiscales y clarificar conceptos que den una mayor seguridad jurídica». El propósito es «reducir los efectos negativos de la insularidad y aumentar la competitividad de nuestras empresas frente a las peninsulares».

Costa agradeció al Ministerio que haya aceptado aprobar el reglamento en verano, «antes de que se presenten las autoliquidaciones» de las empresas, para que así los incentivos fiscales del REB puedan ser aprovechados ya a partir de este mismo año por parte de pequeños empresarios y autónomos.

Impacto de cientos de millones

El conseller espera «un impacto de varios cientos de millones de euros», que las sociedades de las Islas dejarán de pagar en impuestos y redirigirán a invertir en activos patrimoniales para las propias empresas. Estas inversiones no deberán afrontarse forzosamente de inmediato, sino que los empresarios podrán comprometerse a ellas pero tardar hasta tres años en aplicarlas.

Estos beneficios también podrán favorecer a empresas no residentes en Balears pero que tengan un establecimiento en las Islas, como por ejemplo una sucursal, una fábrica o un almacén, siempre que desarrollen su actividad e inviertan en el archipiélago.

El delegado en Menorca de la asociación de técnicos tributarios de Catalunya y Balears, Joan Cerdà, valoró a la conclusión el efecto «muy positivo» que los incentivos fiscales del REB comportará para las pequeñas y medianas empresas de la Isla. «Es una medida muy esperada que, aunque emerge de forma embrionaria, irá adquiriendo mayor seguridad jurídica a lo largo del próximo sexenio», afirmó.

La presidenta de Pime, Maria García, también entiende que el REB «es una muy buena herramienta para las empresas» y confía en que en apenas unos meses puedan notarse sus efectos.

También siguieron el acto miembros de la Cámara de Comercio de Menorca, el Cercle d’Economia, la patronal CAEB, diversos colegios profesionales y las asociaciones de gestores contables y técnicos tributarios.

El apunte

Deducción del IRPF a los autónomos que reinviertan el rendimiento por su actividad económica

El REB prevé aplicar a los autónomos los mismos incentivos que a las empresas, pero bonificando el IRPF en lugar del impuesto de sociedades. Verán deducida la cuota de IRPF si destinan a inversiones parte del rendimiento obtenido por su actividad económica.

Las claves
  1. Reducción del impuesto de sociedades en un 90% si se destina lo ganado a compras, inversiones o contratación

    Las sociedades y entidades jurídicas no deberán pagar la parte del impuesto que corresponde al beneficio obtenido por la empresa si lo destinan a la compra de maquinaria, la inversión en medio ambiente o la creación de empleo.

  2. Bonificación de hasta el 25% del impuesto por la venta de leche u otros bienes del sector agrícola y pesquero

    Las empresas del sector agroganadero, industrial y pesquero se beneficiarán de una bonificación de entre el 10 y el 25 por ciento del impuesto por las ganancias que hayan sacado de la venta de bienes producidos por ellos mismos, como la leche de un lloc.