Las reses han desfilado desde primera hora en el concurso morfológico | Gemma Andreu

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Después de la histórica tractorada del pasado 19 de febrero, que recorrió la Isla para llamar la atención sobre la difícil situación que atraviesan los payeses, este sábado el sector agrario menorquín se volvió a reunir en el primer día de la Fira del Camp de Menorca, el evento de estas características más importante de Balears, que dio comienzo en medio de un ambiente festivo y familiar, y con una gran presencia de público, autoridades y representantes políticos.

El tiempo soleado y primaveral invitaba a pasear entre el centenar de expositores que ofrecían una gran variedad de productos locales, mientras las 175 reses provenientes de un total de 31 fincas de la Isla mostraban sus atractivos en la arena del XXXVI Concurs Morfològic de Bestiar Boví Frisó de Menorca. Pero a pesar del ambiente distendido y las ganas de pasarlo bien, la sombra de la difícil situación que vive el campo planeaba como un fantasma entre los payeses presentes en Alaior, que se mostraban preocupados por los bajos precios, la excesiva burocracia y ahora también por la sequía, que lo complica todo un poco más.

Apoyo al sector

Precisamente, durante la inauguración del evento, el conseller de Agricultura, Pesca y Medio Natural, Joan Simonet, hizo referencia en su discurso a las amenazas que acechan al sector primario, aunque aseguró que durante este fin de semana quedaban en un segundo plano. «En la Fira del Camp nos olvidamos por un momento de toda la problemática que tiene el sector agrario, y pasamos dos días mostrando la parte positiva, y después ya seguiremos trabajando para mejorar problemas como la falta de rentabilidad, la entrada de productos de fuera, la burocratización que no podemos negar o el cambio climático», señaló. Simonet también puso en valor la importancia del sector vacuno de Menorca, y afirmó que «es el gran tractor de la Isla y elabora unos productos de gran calidad que se exportan al resto del mundo».

Joan Simonet, José Luis Benejam y Adolfo Vilafranca pasean entre los expositores | Gemma Andreu

Por su parte, el presidente del Consell, Adolfo Vilafranca, destacó que «el sector primario forma parte del ADN de Menorca y la Fira es la demostración de que el campo, a pesar de las adversidades, lucha por mantener su actividad y es un ejemplo a seguir». Vilafranca también recalcó el compromiso del Consell con los payeses y puso como ejemplo del apoyo prestado al sector el convenio de 1,7 millones para reformar los mataderos, los 1,1 millones del CARB para que las fincas puedan mantener sus instalaciones o la aprobación del Provilac.

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Finalmente, el alcalde de Alaior, José Luis Benejam, quiso subrayar el gran trabajo que hace la gente del campo y aseguró que la Fira es «una gran oportunidad para reconocer esta aportación sensacional a la sociedad menorquina». Durante su intervención, Benejam también pidió a los presentes un aplauso para los jóvenes payeses, y al Govern y al Consell les solicitó más recursos para que la Fira siga creciendo.   

Entre los numerosos representantes de los partidos políticos, la socialista Susana Mora, ponía una nota de optimismo y destacaba que «el campo se reinventa año tras año, y aparecen nuevos proyectos que apuestan por la economía circular, como hacían nuestros antepasados». Por su parte, Noemí García de Més per Menorca remarcaba la necesidad de fomentar la transformación del sector, el relevo generacional y una mayor presencia del producto local en la Isla.

La exposición de productos agroalimentarios, otro de los atractivos de la feria | Gemma Andreu

Y ahora, sequía

A pesar del buen ambiente, los payeses de las distintas fincas no conseguían olvidar del todo los problemas del sector, a los que ahora se suma la sequía. «La situación del campo está muy mal y aunque hoy es un día de fiesta, siempre está presente. Además, este año ha llovido muy poco y el verano será difícil de pasar», lamentaba Jessica Pérez del lloc de Cavalleria. De igual modo se expresaba Tóbal Capó de la finca de Binigafull, quien aseguraba que «a los problemas de siempre ahora se añade la sequía, que está haciendo daño».

A pesar de la difícil coyuntura, entre los expositores también había nuevos productos, como el queso de Santa Cecilia o la Sidra Kane, cuyos productores se mostraban ilusionados por sumarse a la Fira, demostrando que el campo menorquín sigue teniendo empuje.