A lo largo del litoral del municipio de Es Castell, son diversos los puntos donde tradicionalmente los vecinos se suelen refrescar durante los meses de verano, aunque según la Ley de Puertos no se permite el baño en las zonas portuarias. | David Arquimbau Sintes/EFE

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La Autoridad Portuaria de Balears (APB) trabaja con el Ayuntamiento de Es Castell para delimitar diversas zonas de baño a lo largo del litoral del municipio, con la idea de dar seguridad a unas prácticas que aunque no están permitidas por la actual Ley de Puertos, que prohíbe el baño dentro de los espacios portuarios, están muy arraigadas en el pueblo y tienen lugar de manera habitual durante el verano.

La voluntad de encontrar una solución para las zonas de baño de Es Castell, cuya fachada marítima todavía conserva un carácter popular que se ha perdido en otras zonas de la rada mahonesa, no es nueva y, de hecho, las conversaciones entre la APB y el Consistorio para intentar recuperar las zonas de baño del municipio responden a una reivindicación histórica del municipio.

Zonas de baño tradicionales

Entre las opciones que se barajan desde la APB, se estudia la posibilidad de definir diversas zonas de baño que actualmente se usan con este fin y acotarlas mediante boyas para dar prioridad a los bañistas y garantizar su seguridad. Un punto donde se bañan los vecinos de la zona es el Moll de l’Hospital, un espacio en el que los bañistas conviven con las barcas que se dirigen a la Illa del Rei. De hecho, el pasado verano los habituales de este rincón del puerto fueron invitados a visitar el islote por la galería Hauser & Wirth, en compensación por las molestias que les ocasiona el trajín de personal y mercancías.

Otro punto que se podría habilitar como espacio de baño es la zona de Cala Corb frente al Hotel Artiem Carlos III, en la que se bañan durante todo el verano un grupo de mujeres mayores, conocidas en el pueblo como ‘las sirenitas’. También se propone marcar una zona de baño en Sa Punta de Calesfonts, un espacio que suele estar frecuentado por gente joven durante los meses de verano.

El hábito de bañarse en las aguas del puerto está tan consolidado en Es Castell, y viene de tan antiguo, que la misma página web del Consistorio señala las zonas de baño tradicionales del municipio, que los vecinos usan de manera habitual en verano para refrescarse. En la enumeración de puntos de baño tradicionales, también se incluye el Moll d’en Pons, que antiguamente era una de las zonas de baño por excelencia, así como Cala Pedrera, donde se han instalado plataformas de madera para facilitar el acceso y el baño.

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El Moll d’en Pons es una de las zonas de baño tradicionales de Es Castell, que se sigue usando hoy en día para refrescarse en las aguas del puerto durante el verano | Gemma Andreu

Ley de Puertos

El problema para acomodar esta práctica habitual en el municipio de Es Castell a la normativa vigente es que la Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante, en su artículo 72.1, no contempla el baño entre los usos permitidos dentro de las zonas portuarias, en las que solo se prevén los usos comerciales, pesqueros y náutico-deportivos. Además, dicha norma prohíbe aquellas ocupaciones y utilizaciones del dominio público portuario que se destinen a edificaciones para residencia o habitación, por lo que la APB no ha renovado las concesiones a muchas de las casetes de vorera del puerto.

En este sentido, el delegado en Menorca de la APB, Vicent Fullana, señalaba en un acto en el Ateneu de Maó que la «Ley de Puertos está pensada para puertos comerciales y no para puertos naturales, porque en todo el territorio nacional no hay ningún puerto como el de Maó, en el cual se desarrollan una serie de actividades que son difíciles de gestionar desde un punto de vista legislativo, pero que siempre se han dado». Fullana también aseguró que trabajan para poder compaginar todos los usos que tienen lugar en el puerto, pero que para ello es necesario contar con una regulación que establezca con claridad las responsabilidades de las distintas administraciones.

El apunte

Las entidades piden recuperar los usos tradicionales

Desde entidades como la Associació de Casetes de Vorera de Menorca o Amics de la Mar Port-Maó, lamentan que en los últimos cuarenta años la rada mahonesa se ha convertido en un espacio eminentemente comercial, que no da cabida a las actividades de carácter popular que tradicionalmente han tenido lugar en    muchos lugares del puerto, como la costumbre de bañarse en sus aguas durante los meses de verano.

En este sentido, Xavier Gomila señalaba en un coloquio celebrado recientemente en el Ateneu de Maó que «hasta no hace mucho, el puerto de Maó era un espacio vivo y vivido, y acogía una gran actividad de ocio de la ciudadanía». Por este motivo, desde las entidades que defienden los valores tradicionales del puerto piden que se mantengan los usos que se han ido perdiendo a lo largo de los años, y que se busquen fórmulas legales para que puedan encajar en la evolución del puerto y de la sociedad. «La zona marítimo-terrestre hasta no hace mucho estaba prácticamente autogestionada por los menorquines, y ahora pasa todo lo contrario», señalaba Gomila. Por ello, remarcan la necesidad de buscar un punto medio entre las dos situaciones.

También lamentan que desde la Autoridad Portuaria de Balears se suele actuar a partir de unas directrices que dejan al margen los usos tradicionales del puerto, como ocurre cuando caducan las concesiones de las casetes de vorera y no se renuevan. «Tenemos que encontrar la manera de incorporar a los planes de la APB una serie de elementos que hagan posible mantener estos usos», remarcan.