La trayectoria que siguió el bólido, pasando sobre Menorca, antes de desintegrarse sobre el cielo del Mediterráneo. | CSIC

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El objeto que sobrevoló la noche del viernes el sureste de la Península y el mar balear y cuya estela luminosa fue grabada por varios aficionados a la astronomía ha resultado ser un bólido rozador, un trozo de asteroide que se desintegró completamente en la atmósfera terrestre.

Es la conclusión que ha hecho pública el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) después de que en un primer momento se barajaran hipótesis un misil balístico lanzado desde Francia o la reentrada a la atmósfera de basura espacial, en concreto uno de los satélites Starlink del multimillonario Elon Musk.

El CSIC también ha hecho pública la trayectoria que recorrió este objeto espacial. Empezó casi sobre la vertical de Perpiñán, en Francia, y luego se dirigió a las Illes Baleras, hasta pasar justo por encima de la ciudad de Ciutadella, en Menorca. Pasada esta isla su rastro se perdió hasta desintegrarse totalmente en la atmósfera terrestre. Ninguno de sus trozos cayeron al mar.

«No fue un resto de basura espacial -de cohetes o satélites- y mucho menos un misil balístico como se apuntó en un primer momento», ha confirmado a Efe José María Madiedo, del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y director de la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa.

Lo que provocó este bólido fue una roca, un trozo de asteroide -técnicamente denominado meteoroide-, que al entrar en la atmósfera se vuelve incandescente por el rozamiento. La luz consecuencia de esa incandescencia es lo que en astronomía se llama bola de fuego o bólido, en este caso rozador.

El bólido, con el nombre SPMN290324ART, sobrevoló el espacio a las 23:59 horas del viernes pasado y fue grabado y fotografiado por numerosos aficionados a la astronomía.

Madiedo recuerda que los bólidos son usuales, aunque un bólido rozador es mucho menos frecuente. Este en concreto es de «poca relevancia científica», pero se le ha dado importancia por «el contexto». A su juicio, en ningún momento se debería haber hablado de un misil balístico, «no se ajustaba a lo que indicaban los datos».

Horas de confusión

La Red de Investigación de Bólidos y Meteoritos del Instituto de Ciencias del Espacio, en Barcelona (la otra red de este tipo del CSIC), habló en un primer momento en redes sociales de que se barajaban dos hipótesis, un misil balístico o una reentrada.

Primero dijo que se decantaban por un misil y luego por una reentrada de un objeto artificial. A última hora de la tarde del sábado el CSIC envió un comunicado descartando que se tratara de la primera opción, más bien podría tratarse de restos de cohetes espaciales o de satélites, sostuvo.

Conclusión: un bólido rozador

Finalmente los datos han confirmado que este objeto, del que también se llegó a decir que era un satélitese trata de un bólido rozador. Este lunes el Centro de Operación y Vigilancia Espacial (COVE) ha mencionado también que era un meteoroide.

Así se lo han informado responsables del COVE a la ministra de Defensa, Margarita Robles, durante su visita a las instalaciones de este centro del Ministerio del Aire y del Espacio en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), encargado de vigilar y controlar cualquier objeto espacial que pueda atravesar la atmósfera.