El parque de Son Salomó II, con una potencia de 50 MW, entró en funcionamiento en octubre. | Josep Bagur Gomila

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Menorca está avanzando en la generación de energía limpia, especialmente gracias a la progresiva puesta en marcha de los parques fotovoltaicos que están programados, el último de los cuales, Son Salomó II, entró en funcionamiento el pasado mes de octubre, con una potencia de hasta 50 MW, convirtiéndose en el mayor parque de energía renovable de Balears.

Pero los promotores de los parques lamentan que desde Red Eléctrica se les está obligando a reducir su producción, una situación que se está repitiendo cada vez con más frecuencia, especialmente desde el mes de febrero, y que se ha convertido en habitual durante el último mes.

Los gestores de los parques reconocen que el operador del sistema tiene todo el derecho a regular la entrada de energía en la red, aunque señalan que las restricciones a la producción afectan de manera importante a la rentabilidad de las instalaciones. «Que lo hagan de vez en cuando es normal, pero se está produciendo con mucha asiduidad, y nos sorprende que pase cada día», señala una voz del sector.

Gestión de la red

Rafael Muñoz, ingeniero del Consorci de Residus i Energia de Menorca, explica que si se mira la producción en tiempo real de Menorca, se puede constatar que en estos momentos la energía fotovoltaica en la Isla está limitada. «Esto quiere decir que les están diciendo a los titulares de las plantas que limiten su capacidad de producción unas horas al día, porque no pueden dar salida a toda esta energía», asegura.

En este sentido, Muñoz afirma que la capacidad de generación de renovables en Menorca ahora es muy alta, y para poderla aprovechar se tendría que parar la central térmica de Maó, que funciona con combustibles fósiles, pero esto no es posible, puesto que este tipo de generación es necesaria como sistema de soporte (backup) para gestionar la red. «Cuando hay un exceso de generación o baja mucho la demanda, lo que hace Red Eléctrica es limitar la fotovoltaica y se mantiene un límite de operación de la central térmica, que debe tener la capacidad de respuesta necesaria por si la solar deja de generar», precisa.

Por todo ello, cuando hay un exceso de producción o baja de manera notable la demanda, lo que hace el operador del sistema es limitar la generación de fotovoltaica, manteniendo un límite de operación de la central térmica (reserva rodante). Una solución, apunta Muñoz, sería la instalación de baterías en los parques, aunque su uso todavía no está regulado. Mientras tanto, los promotores cada vez están más preocupados por la afectación de todo ello en sus cuentas de resultados.

El apunte

La ampliación de las subestaciones permitirá nuevas conexiones

Los problemas de gestión de la red eléctrica de la Isla podrían agravarse con la entrada en funcionamiento de los parques que en estos momentos están esperando su turno para conectarse al sistema. Para ello, Red Eléctrica trabaja en la tramitación de los proyectos de ampliación de las subestaciones de Es Mercadal y de Sa Dragonera, que deben permitir la conexión de todos los parques fotovoltaicos de la Isla que todavía no están conectados, pero que ya cuentan con autorización, como la planta Agrisolar de Es Mercadal o el el parque Menorca Renovable III de Maó.