Un grupo niños de Alaior se dirigen juntos hasta el colegio CEIP Mestre Duran para empezar las clases | Katerina Pu

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Los centros educativos de Infantil y Primaria de Balears cuentan con apenas un mes para decidir si se adhieren al Plan Piloto Voluntario de Libre Elección de Lengua. Así lo indica el BOIB del sábado, que da un plazo de treinta días naturales desde el domingo para pronunciarse. Sin embargo, la incertidumbre y el desconocimiento reinan en las escuelas de Menorca. Según los colegios consultados por «Es Diari», estos todavía no saben cuál es el procedimiento a seguir para cumplir con tal propósito.

Por lo que comentan sus equipos directivos, ninguna familia ha realizado ninguna demanda en particular con relación a este plan piloto. Al mismo tiempo, aseguran que no han recibido ningún tipo de notificación oficial por parte de la Conselleria de Educación. «No sabemos cómo actuar porque la Conselleria no ha convocado un encuentro con los directores para informar sobre este tipo de asuntos, como se solía hacer», afirman desde uno de los centros de la Isla.

Algunos aseguran que tan solo están al tanto de las últimas novedades a través de los medios de comunicación y las redes sociales. «Tuvimos una reunión hace más o menos un mes para presentarnos el plan y nos dijeron que nos irían informando, pero no ha habido nada más», lamentan desde otra escuela.

Centros concertados

En cuanto al plan de elección de lengua, lo cierto es que apenas existen diferencias entre los centros públicos y concertados, los implicados en esta iniciativa exigida por Vox al PP para permitir la investidura de Marga Prohens.

Tanto públicos como concertados están prácticamente igual de perdidos. No obstante, los actores involucrados en la decisión final son distintos. Una vez resueltas las solicitudes, los centros públicos necesitarán que la adhesión al plan piloto sea aprobada de manera definitiva tanto por los profesores en la sesión del claustro como por parte del consejo escolar de cada colegio. En lo que se refiere a los  centros concertados, las entidades titulares de los mismos tendrán la última palabra.

Según el BOIB, los centros que soliciten su adhesión al programa deberán disponer de los «espacios necesarios» para garantizar las finalidades del plan. A su vez, tendrán que adecuar sus «medidas organizativas y metodológicas». El programa piloto asevera que todos los alumnos del grupo deben seguir «la misma secuenciación del currículum» y «compartir las situaciones de aprendizaje», que tan solo se verán diferenciadas por la lengua de impartición.

El último requisito hace referencia al número mínimo de alumnos participantes, que tendrá que ser del 20 por ciento en el alumnado matriculado en los grupos de cada nivel y etapa. Si se tratara de un grupo reducido, serían necesarios un mínimo de cinco alumnos.

El apunte

Una gran carga de documentación a presentar en 30 días

Se avecina un quebradero de cabeza para las escuelas interesadas en participar en el Plan Piloto Voluntario de Libre Elección de Lengua El hecho de contar con tan solo 30 días naturales desde el domingo para formalizar su participación en el programa se ve agravado por la gran cantidad de documentos que deben adjuntar. Además de la solicitud de participación, los centros deben presentar un proyecto en que se justifique «la oportunidad de participación» en el plan piloto y que debe incluir la situación del contexto sociolingüístico del centro y el análisis de la competencia lingüística de los alumnos.

También la relación de las materias en qué se quiere aplicar el plan, indicando la lengua de impartición de cada una y la propuesta de aquellas que deben darse en catalán y castellano. La estimación del número de alumnos participantes o la previsión de recursos materiales y humanos que serán necesarios son otros de los requerimientos incluidos.