Vista de la fachada posterior del edificio del geriátrico municipal de Maó. | Gemma Andreu

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Las bajas laborales en el geriátrico municipal de Maó se producen a una velocidad muy superior a la posibilidad de contratar sustitutos. De ahí que, cuando no es posible cubrirlas, se apliquen los protocolos de la residencia asistida que, como denunció el hijo de una interna el pasado marzo, limitan las salidas de las personas sin movilidad, con turnos para poder vestirlas y sacarlas de la cama o a pasear.

De enero a día de hoy se han registrado 41 bajas laborales declaradas, un dato que fue aportado por el teniente de alcalde de Atención a las Personas del Ayuntamiento de Maó, Enric Mas, en el último pleno. El concejal admitió que pese a cumplir la ratio legal, el número de auxiliares sociosanitarios en plantilla en el geriátrico municipal, actualmente 36, tendría que aumentar a alrededor de 55 o 60 para poder dar la atención a los mayores sin problemas cuando se producen bajas laborales.

Mas dio explicaciones sobre la situación de la residencia asistida municipal a raíz de una pregunta formulada por la concejala del PP, María Jesús Aínsa Aguiló, quien reprochó al responsable del servicio que sus promesas de mejora «no se materializan nunca, reconoce la falta de personal pero no hace nada», aseguró.

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La edil del PP se congratuló de que hubiera trabajadoras entre el público del pleno –un pequeño grupo asistió para hacer visible su malestar por los problemas de personal en el geriátrico–, para que pudieran escuchar la respuesta del edil a la pregunta del PP, porque «esto es lo que se nos responde comisión tras comisión».

Una trabajadora que asistió al pleno muestra un cartel de protesta. | Gemma Andreu

El geriátrico municipal de Maó tiene 84 plazas para residentes y cuenta con 80 trabajadores, es una plantilla «superior a la ratio que marca la ley», subrayó el concejal socialista, que establece que en centros de 90 plazas un 33 por ciento del personal tiene que ser auxiliar sociosanitario, un total de 29 frente a los 36 que tiene el de Maó.

Sin embargo, el propio edil explicó que desde la pandemia, las personas que ingresan en la residencia «son más dependientes» y esto implica que «para dar un buen servicio hace falta más personal que el que marcan las ratios, lo sabemos», reconoció Mas.

El apunte

Plan piloto para aumentar plantilla y ofrecer contratos más duraderos

El Ayuntamiento trabaja en un programa piloto que permita dotar al geriátrico de más personal, ofrecer contratos más duraderos y reducir las bajas. Así lo anunció Enric Mas, quien señaló que, al tratarse la gestión de la residencia de una competencia impropia, hay «una estricta normativa en cuanto a la ampliación de personal». Dicho programa se está elaborando entre la dirección del centro, Recursos Humanos, Secretaría e Intervención del Consistorio.