Adolfo Vilafranca, Begoña Mercadal, Lorena del Valle y Benito Núñez en la sede del Consell insular. | Gemma Andreu

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Reunión a tres bandas la que se ha vivido este martes por la mañana en la Plaça Biosfera, con el encuentro entre el presidente del Consell, Adolfo Vilafranca, la directora general de Movilidad del Govern, Lorena del Valle, y el secretario general de Transportes Aéreo y Marítimo del Gobierno, Benito Núñez, para avanzar en la posible implementación de la Obligación de Servicio Público (OSP) en la ruta entre Menorca y Barcelona, que si se acaba aplicando se ha descartado, con toda probabilidad, que sea ya dentro de este año 2024.

Esta prueba piloto establece una tarifa máxima de 170 euros, 42,50 euros con el descuento de residente, y solo afectaría al cinco por ciento de los billetes que se venden a lo largo del año en la conexión insular con más pasajeros. «No somos contrarios a la aplicación de la OSP, pero no queremos que este proyecto perjudique la conectividad y reduzca frecuencias», ha explicado tras la reunión el presidente del Consell, Adolfo Vilafranca, que ha avanzado que trasladarán al Ministerio de Transportes un documento con todas las dudas y solicitudes relativas a este «experimento» la semana que viene.

Entre los interrogantes, Vilafranca ha insistido en que esta OSP que pretende limitar los precios máximos de los billetes aéreos entre Menorca y Barcelona «no debería provocar una subida de precios en el resto de billetes» y tendría que «garantizar que se mantienen las frecuencias». En este sentido, ha recalcado que desde el Consell «no nos cerramos a poner en marcha este plan piloto» pero ha exigido más información al Gobierno. «No será un proceso rápido», ha advertido Vilafranca, que ha adelantado que «técnicamente no se puede aplicar en 2024».

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Buscar el consenso

Desde el Govern balear, la directora general de Movilidad del Govern, Lorena del Valle, ha defendido que «estamos a favor de medidas que eviten precios excesivos, pero siempre minimizando riesgos que afecten a la conectividad». Para ello, ha asegurado el secretario general de Transportes Aéreo y Marítimo del Gobierno, Benito Núñez, que tratarán de «adoptar mecanismos para que cualquier efecto indeseado se pueda compensar habiéndolo previsto».

Entre esos mecanismos, se ha hecho patente la necesidad de crear una comisión de seguimiento con datos reales que funcione de manera ágil para analizar el nivel de reservas, la evolución de precios y activar la cláusula de escape, que, según Núñez, «si en algún momento vemos que no funciona y altera las frecuencias, disminuye la conectividad o afecta a los precios de manera imprevista y perjudicial para los usuarios, automáticamente prescindiríamos de la OSP».

Aun así, ha insistido el secretario general de Transportes Aéreo y Marítimo del Gobierno, con esta OSP piloto «prevemos que los billetes más bajos no se verían afectados y solo repercutiría sobre los precios más altos que se dan en viajes y jornadas concretas, cuando todo el mundo quiere viajar, como Navidad, Semana Santa, puentes y otras fechas señaladas». Además, ha asegurado que «abordaremos todas estas cuestiones de manera conjunta y consensuada».