El buen humor de los maestros de la filosofía

Lluís Verges
Maó
Blaise Pascal decía que "burlarse de la filosofía es ya filosofar". Con este espíritu, Pedro González Calero nos muestra algunas divertidas anécdotas de los grandes filósofos en su libro "Filosofía para bufones". Pese al tono jocoso, esta pequeña obra constituye un buen recorrido por la historia del pensamiento a través de episodios y frases sueltas, algunas de ellas simplemente atribuidas.
Cómo toda información biográfica en la solapa de "Filosofía para bufones" se nos informa de que Pedro González Calero ha sido barrendero, documentalista, profesor de filosofía y tiritero frustrado. Este variado bagaje es más que suficiente para que haya escrito un libro divertido y con bastante miga.
Dice el autor en el prólogo que el libro está escrito en honor a Crisipo y a otros filósofos bienhumorados y trata de rescatar las muestras de humor que nos ha dejado la historia de la filosofía. La leyenda cuenta que Crisipo, uno de los filósofos más importantes del estoicismo antiguo, apasionado de la lógica, pero también del humor, murió en un ataque de risa al ver a un asno comerse unos higos, echar unos tragos de vino y, tras ello, tambalearse como un borracho.
"Filosofía para bufones" no sólo se nutre de las citas de los grandes pensadores sino de las bromas que han sido objeto los filósofos y sus ideas. Algunas son reales y otras han sido inventadas en algún momento de nuestra tradición cultural. Muchas de estas historietas de los sabios de la antigua Grecia nos vienen gracias a Diógenes Laercio y sus "Vidas de los más ilustres filósofos griegos", del que recientemente ha salido una edición en Alianza Editorial.
El libro contiene un total de 245 historietas filosóficas repartidas en cinco capítulos relativas a la filosofía antigua, oriental, medieval, moderna y contemporánea. Hay además veinte caricaturas de filósofos pintadas por Anthony Garner.
Algunas de las entradas son muy breves. Por ejemplo, la titulada "Sin progenie, por compasión" dice así: "¿Cómo es que no tienes hijos? -le preguntaron a Tales de Mileto en una ocasión. Y él contestó:
-Por compasión hacia los niños."
El mismo sabio griego es el protagonista de una conocida anécdota. "Según cuenta Platón en el Teeteto, andaba Tales en cierta ocasión observando los astros cuando fue a caer en un pozo. Una graciosa criada tracia que presenció la escena se burló de él diciéndole:
-¿Qué quieres ver en el cielo si no eres capaz de ver en el suelo que pisas?".
En "La ignorancia de los ricos" nos habla de Aristipo, quien "solía frecuentar la residencia del tirano Dionisio a quien no dudaba en pedir favores de vez en cuando. Un día, Dionisio le preguntó por qué los filósofos suelen prodigarse en sus visitas a los ricos mientras que los ricos no frecuentan las casas de los filósofos, a lo que Aristipo respondió:
-Porque los filósofos saben lo que les falta, pero los ricos no lo saben".
"Filosofía para bufones" es una lectura ligera y fácil para todos los públicos pero a la vez sustanciosa. Puede ser además un buen complemento para clases para escolares.