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Tras un nombre más que curioso ("dulce arsénico") se esconde una ventana abierta a la poesía y al relato corto para los jóvenes creadores. Tiempos más que difíciles para unas letras que se aferran, sin complejos, al filón de las últimas tecnologías. Eva Díaz-Ceso, Paz Cornejo y Óscar Santos suscriben el apartado virtual de una revista de creación artística y literaria (administrada en pequeñas dosis) cuyo primer número en papel fue presentado el pasado otoño en la librería Rafael Alberti de Madrid.
Un proyecto arriesgado
dulcearsenico.blogspot.comimpulsa un proyecto arriesgado donde se combinan los poemas, el relato breve, la poesía visual y la fotografía. Si bien el número 1 de la publicación "física" tiene por objeto un espacio para difundir la cultura y el arte con un formato sorprendente -que es ya un valor en sí mismo al recuperar la encuadernación artesanal-, su línea para internautas se nutre de lo que han bautizado como "venenos suministrados", "antídotos" y "tratamientos anteriores".
Colaboraciones por doquier, con el verso por bandera, que por lo general suelen remitir a bitácoras personales -algunas más logradas que otras- pero, en conjunto, con un fin común: la difusión literaria a través de la Red. Otro de los factores que no altera el producto es la libertad estilística con la que cada uno de los autores decide llegar al lector, en ocasiones, con el ingenio de las publicaciones de toda una generación del tipo: "¿Quieres que el detective siga al sospechoso?..., pues pasa a la página 12".
Valoración: Loable por su cometido. Composición, minimalista en demasía.