TW
0

Lluís Vergés
Maó
El infierno helado del Gulag y la lucha por la supervivencia en el campo de prisioneros de Kolimá son los protagonistas de este sobresaliente libros de relatos de Varlam Shalámov (Vólogda 1907-Moscú 1982) que constituye un espeluznante documento literario del horror y la inhumanidad que hizo posible el sistema soviético.
En España se acaba de editar el primero de los seis volúmenes de este trágico testimonio del terror cotidiano en los campos de trabajo forzado de Kolimá, región situada en el límite oriental de Siberia. Esta primera entrega consta de treinta y tres relatos cortos que transportan al lector en el interior de los barracones donde se hacinaban los condenados, a las minas donde eran explotados hasta la muerte por extenuación, y al centro de la taiga donde en invierno se alcanzan los cincuenta grados bajo cero.
Shalámov, autor de estos relatos estudiaba derecho cuando fue detenido y condenado a tres años de campo de trabajo en la región de los Urales por difundir el testamento de Lenin, crítico con la brutalidad de Stalin. En 1937 fue detenido de nuevo y condenado a cinco años de trabajos forzados en la región de Kolimá, donde situó sus relatos. En 1943 volvió a ser acusado de propaganda antisoviética y fue sentenciado a permanecer en Siberia diez años más. Durante su cautiverio, realizó unos cursos de enfermería. Gracias a su trabajo como practicante logró sobrevivir hasta ser liberado en 1953. Fue rehabilitado en 1956. La primera edición en ruso de "Relatos de Kolimá", su obra cumbre, apareció en Londres en 1978. Autor de una extensa obra poética, ensayística y autobiográfica, Shalámov está considerado una de las figuras esenciales de la literatura del siglo XX.
Los relatos de Shalámov retratan una vida tan dura para los condenados que su única esperanza se limita a que acabe el día para así poder descansar. La apatía era el estado de ánimo natural de aquellos hombres que se enfrentaban a unos condiciones de vida extremas y a la inhumanidad de los vigilantes.
En varios relatos, el autor insiste en que cuando no hay unos condiciones mínimas vitales, no puede establecerse lazos con los demás. "Una verdadera amistad -dice- surge solo cuando sus sólidos lazos se han fraguado antes de que las condiciones de vida no hayan alcanzado el límite extremo, pues entonces en el hombre ya no queda nada humano y sólo reina la desconfianza, el odio y la mentira".
Shalámov retrata a unas personas a las que todos los sentimientos humanos -el amor, la amistad, la misericordia, el ansia de gloria o la honradez- les habían abandonado con la carne de la que vieron privados durante su prolongada hambruna. Son seres capaces de matarse por un pedazo de pan extra porque su alimento consiste en una sopa permanente aguada.
"Cuando ocurría un milagro -escribe el narrador de uno de los relatos- y la sopa era espesa, no nos lo creíamos y, llenos de alegría, la comíamos muy poco a poco. Pero incluso después de una sopa espesa, con el cuerpo, algo más templado, no se pagaba el zumbido del dolor en el estómago; llevábamos mucha hambre atrasada".
Las escenas más desgarradoras, como el acuchillamiento de un preso a manos de un compañero de barracón, para robarle el jersey de lana, son contadas con el aplomo, incluso la ternura que alguien cuyos ojos han presenciado tanta barbarie que ya no se dejan sobresaltar por nada.

Relatos de Kolimá
autor: Varlam Shalámov
género: Relatos
traducción: Ricardo San Vicente
editorial: Minúscula
edición: Barcelona, 2007
páginas: 354
precio: 18,50 euros