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Dino Gelabert-Petrus
redactor
Sencillo. Ricky Rubio triunfa porque es muy bueno, pero también porque se le dio la oportunidad. Los jóvenes tienen algo mucho más importante que el talento: el desparpajo. Un niño no sabe lo que es jugar por tropecientos millones de euros al mes. Un niño, juega al baloncesto, al fútbol o a lo que sea, porque le divierte y lo hace con ilusión, ganas de superarse y porque la televisión de los sábados y domingos por la mañana está de capa caída. Bueno, eso y que Pokemon no mola tanto como antaño.
La irrupción de talentos como Bojan o Rubio debería abrir más las puertas de los olimpos deportivos a los 'guajes'. Personas que no entienden de ceros, pero que sienten los colores como si fueran propios. ¿A alguno de ustedes le gustó perder cuando era pequeño? Nain. Ya siendo adulto es algo más fácil de digerir y extrañamente más habitual de lo que debiera.
El pasado miércoles día 2 desembarqué por mi estimado Padre Petrus para ver qué se cocía. El Obras Menorca Alcázar se disputaba el título de cadete femenino contra el Ciutadella OAR y observando a unas y a otras, se encendió la bombilla. Los jóvenes, adolescentes, individuos en proceso de cocción, siempre miran para adelante. No importa la adversidad, sólo el tratar de afrontarla. Lo digo porque el Alcázar y el Ciutadella ofrecieron un recital de pundonor. Se olvidaron por un momento del resultado y trataron de contestar una canasta con otra, casi en el acto.
Era como si se encontrasen un problema y tratasen de afrontarlo y superarlo al momento. Aquello de 'acción, reacción'. Por más que las locales se marchaban en el marcador y superaban a las visitantes en envergadura, las de Ciutadella tomaban valientemente el balón y subían a por más puntos. Al final el título cayó del lado mahonés, pero estoy seguro de que el entrenador ciutadellenc no las abroncó ni nada por el estilo. 'Si luchamos podemos perder. Si no lo hacemos, estamos perdidos'. Bonita filosofía.
Este partido es sólo un ejemplo, pero no es único. A veces estas líneas repiten una y otra vez lo de que el deporte es el complemento excelente para la educación, que te enseña valores fundamentales, y afrontar situaciones en la vida y salir airoso de ellas. Todo es cierto.
Por eso creo que en casi todas las ocasiones deportivas, un niño está más cualificado y obtendrá mejor resultado que un jugador que cobra una cifra astronómica y juega sólo para ganar más dinero. Y no se equivoquen, mientras estén leyendo esto Ricky Rubio y Bojan Krkic, entre otros, estarán en clase estudiando.