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Lluís Vergés
Maó
Los relatos de Pu SongLing, de quien Andrés Ibáñez confiesa haberse inspirado, entre otros, para escribir "El perfume del cardamomo", pueden haber sido el origen de la expresión "cuentos chinos" para referirse a algo tan fantástico que cuestan mucho de creer. Las narraciones breves de SongLing están llenas de fantasmas, apariciones, zorros que hablan, espíritus condenados... Este escritor chino nacido en el siglo XVII contaba que para escribir sus relatos salía de casa con té y tabaco y se sentaba en un margen del camino a esperar el paso de algún caminante con tiempo y ganas para charlar. Si las historias que le contaban le parecían interesantes, por la noche las caligrafiaba en su libro con un pincel.
Con similar imaginería que la del autor chino de la dinastía Ming, Andrés Ibáñez ha escrito un bello libro de cuentos en el que encontramos historias de sanguinarios bandidos, puentes colgantes que desaparecen, alquimistas negros, maridos que abusan de sus mujeres, mujeres poseídas por fantasmas, zorros seductores, misterios de las garzas y aventuras de diablos.
El autor incluye en un posfacio un lista de quince lecturas que han influenciado "El perfume del cardamomo". Además de la ya citada, Ibáñez señala la antología de poesía china traducida por Marcela de Juan y publicada en Alianza Editorial. No es extraño la inclusión de un libro de poesía, pues algunos de sus cuentos tienen claras resonancias líricas. Otros parecen extraídos de una compilación de relatos zen. Por si fuera poco, también aparecen evocaciones filosóficas e incluso alguna nota borgiana en este pequeño y bello libro editado por Impedimenta.
El autor señala que no ha intentado hacer ningún pastiche ni mucho menos una parodia más o menos humorística. "Más bien se trata -dice- de un homenaje, un homenaje a una cultura, a un sistema poético y a un cierto tono de decir las cosas que una vez escuchado jamás puede olvidarse. Ese tono es la música de la poesía y de la prosa chinas, esa mezcla incomparable de lirismo, melancolía y un súbito sentido práctico de las cosas.
Nacido en Madrid en 1961, de una madre formada en la URSS y un padre enamorado de Inglaterra, Ibáñez es uno de los autores con más personalidad del actual panorama narrativo español. Hasta ahora ha publicado "La música del mundo", "El mundo de la era Varick", "La sombra del pájaro lira" y "El parque prohibido", este último destinado al público juvenil.
Cómo dice José María Pozuelo Yvancos, compañero de tareas críticas de Andrés Ibáñez en "ABCD las Letras", "El perfume del cardamomo" es un libro espléndido. A leerlo se nos abre una puerta para la fantasía. Encontraremos a una de las hijas del juez Wang, poseída mientras duerme por uno de los más intrépidos caballeros ladrones del lugar; a una mujer seducida por un zorro mientras desespera de que su marido, ausente durante largos años en una guerra lejana, regrese al hogar; o a Chi Hsin Mien, un hombre tan insaciable que tiene a sus tres esposas deses­peradas.
Ibáñez nos abre la puerta a un mundo fantástico y en un excelente relato de sólo dos páginas titulado "Hay un camino" nos da las claves para introducirnos en éste a voluntad.

El perfume del cardamomo.
Cuentos chinos
autor: Andrés ibáñez
género: relatos
editorial: Impedimenta
edición: Madrid, 2007
páginas: 154
precio: 16,95 euros