Luis Ameller

La imagen, cabo y embarcación. El elemento más importante de esta foto es sin duda aquel que no se ve: el agua.
Entre el objetivo y la superficie, 28 m de profundidad, curioso hablar de profundidad cuando miramos hacia arriba ¿verdad?, entre nosotros y la embarcación toneladas y toneladas de mar aparentemente invisible.
La transparencia le quita importancia quizá, ¿acaso sólo importa lo que vemos?, superficial. Pero bajo la superficie, importa otra cosa que visualmente tampoco apreciamos, ¡el aire!
El cabo, nuestro nexo con el mundo exterior largo y fino se estira con la corriente alejándose de nosotros.
La cadena, no tan lejana marca la mitad del camino, 15 m de altura/profundidad. Desde ella parece cercana la barca, sin embargo se halla equidistante.
En esta realidad poco conocida por la gran mayoría experimentamos la tridimensionalidad del mundo marino, que a veces visto desde arriba nos parece simplemente bonito, colorido e inacabable; no obstante encierra una desconocida realidad llena de sorpresas y sensaciones.
¡Intentadlo en alguna ocasión!