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RAQUEL MARQUÉS DÍEZ
Tarde de un verano de los noventa en Calascoves. Mi amiga Mercedes y yo "paseábamos" al primo llegado del otro lado del Atlántico. Un joven bonachón, educado y tan amistoso que, fíjense qué cosas, a nosotras nos cortaba el rollo. Entonces rozábamos la mayoría de edad, así que en pleno estatus de rebeldía no hacíamos sino repetirnos que pronto seríamos adultas y que, por obra y gracia de la Constitución, seríamos libres y ya no tendríamos que dar explicaciones a nadie. Ilusas...
Parloteábamos de Nirvana y de quien fuera un líder espiritual para muchos de nosotr@s: Kurt Cobain. Los sociólogos nos llamaban "Generación X" y por si latitulitisfrente a una "sociedad gris" que no nos comprendía no fuera suficiente, un par de años después llegó el libro de José Ángel Mañas "Historias del Kronen", y la película protagonizada por Juan Diego Botto, otro abanderado de la quinta nacida a mediados de los setenta.
Uno de aquellos atardeceres en aguas menorquinas, el primo -por supuesto mayor que nosotras y por consiguiente "aburridísimo"-, consideró oportuno, en un intento de acercamiento a dos indómitas sin causa, preguntarle a mi amiga: "Merceditas,¿vos sos heavy metal?" A lo que ella, diplomática y buena gente donde las haya, respondió: "Bueno..., sí, claro, debe de ser eso...". Obviamente, no cabe decir que una vez se hubo tirado al agua aprovechamos para poner el grito en el cielo. "Pero bueno, este tío, ¿no sabe distinguir entre elgrungey elheavy, o qué?".
De aquello, han pasado casi dieciocho años, y esta semana me he dado cuenta de que el primo tenía razón. Sin saberlo estábamos frente a un visionario. Y es que con el tiempo el profesor Adrian North, de la Universidad Heriot-Watt de Escocia, ha estudiado la relación entre la personalidad y las preferencias musicales y resulta que los aficionados a la música clásica y al jazz son creativos, los amantes del pop son trabajadores y, a pesar de los estereotipos, los que escuchanheavy metalson tipos amables y creativos que están a gusto consigo mismos. Y mira por dónde así es mi amiga, unaheavy metal. Claro que por esa misma regla de tres resulta que ¡yo soy rapera! Estereotipo que, sinceramente, no me acaba de convencer, así que el día en que esta sección comience con un "Hey, brother", por favor que alguien llame a mi psicoanalista.