Para desentrañar la peculiaridad de la derecha

J.C.
Madrid
Parece que Gustavo Bueno, autor de "El mito de la derecha", se ha propuesto explicar qué se esconde debajo de esa denominación, en la misma línea valorativa donde hace cinco años situó su libro "El mito de la izquierda". La pretensión es legítima, pero no sé si los resultados se encuentran a la altura de lo pretendido. Y no porque creamos innecesario buscar lo que se halla debajo, no porque sobre profundizar en una tendencia manifiestamente arraigada en nuestro país, sino porque las explicaciones que presenta toman un aire tan enrevesado y hasta estrambótico en ocasiones que se alejan de lo esperable y de lo deseable para el lector común (que es el mayoritario).
Perdido
Le sobran conocimientos al autor para abordar esta cuestión con seriedad y eficacia (tal como demuestran muchas de las páginas de este libro); tiene habilidad e ingenio para ofrecer unas ideas sagaces y bien asentadas, pero a veces se pierde por unos meandros que no sabemos a dónde conducen y en otras más parece que se haya decantado por la provocación que por las lecciones fácilmente comprensibles que un catedrático como él podría proporcionar. Es una lástima, porque estamos seguros de que muchos lectores están esperando doctrina sólida en términos que no resulte difícil entender.
Una de sus conclusiones es que "la Constitución de 1978 ha dado lugar (salvo reliquias muy localizadas?) a una ecualización política entre los convencionalmente denominados partidos de derecha (el Partido Popular y sus aliados) y entre los llamados partidos de izquierda (el PSOE y aliados)? No puede decirse hoy que el PSOE sea de izquierdas, puesto que su política es prácticamente la misma que la del PP. Y, por este motivo, tampoco puede decirse que el PP sea de derechas. Incluso, ateniéndonos a ciertos marcadores, el PSOE está más a la derecha en muchos puntos que el PP?" (p. 305). Por ahí andan sus estrafalarios planteamientos.