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"Un buen músico tiene que ser como un actor"

FICHAMe llamo Isaac Mascaró Nevado, nací hace 30 años en Maó, vivo en Es Migjorn Gran pero soy de Es Mercadal. Soy licenciado en tuba y especializado en dirección de orquesta por el Conservatorio Superior de Música Joaquín Rodrigo de Valencia. Entre mis aficiones también se encuentra el deporte, me gusta ir al gimnasio y salir a correr. Éste es el primer año que he fijado mi residencia en Menorca. De la Isla me encanta su calidad de vida y su naturaleza. Me fui a estudiar con 18 años y ahora valoro la convivencia más humana. La ciudad es estresante, hay mucha gente, pero realmente no hay nadie. Actualmente imparto clases en las escuelas municipales de Maó y Es Migjorn Gran. La música para mí es un modo de vida.

Raquel Marqués
es Migjorn Gran

Director o showman?
Sobre todo director, lo deshowmanes algo más innato, en cambio la música he tenido que currármela más. Ser showman va con mi personalidad extrovertida, me crezco en el escenario, se crea una química entre director y músicos, y músicos con público, y cuando la sientes te entregas al máximo. Me pasa algo muy curioso y es que la vergüenza no me entra hasta que acaba el espectáculo, pero hasta entonces estoy como pez en el agua.
En verano en algunas poblaciones de la Isla la popularidad de su banda comienza a equipararse con la de los caballos de las fiestas, ¿le pesa la responsabilidad de hacer disfrutar a la gente?
No, realmente no. Lo de la samba surgió como recompensa del trabajo de los músicos en el "jaleo", ya que te puedes tirar entre 3 ó 4 horas tocando la misma pieza. Es una manera de reconocer su labor, pero está claro que los protagonistas indiscutibles son el caballo y elcaixery la Banda no lo es hasta después del "jaleo". Entonces llega nuestro momento y lo hacemos con mucha ilusión.
Nunca debió de imaginarse el ­boom que ahora causan sus actuaciones.
La verdad es que no. Es algo de lo que estamos muy satisfechos y gracias a ello hemos conseguido la misma respuesta de público en nuestros conciertos, como el pasado domingo cuando llenamos el Teatre Principal de Maó.
¿De dónde saca las ideas para dotar de tanta versatilidad a su equipo de jóvenes músicos?
La samba es algo que hemos creado entre mi hermano Óscar, que es percusionista, y yo. Él se encarga más de la base y de los ritmos y yo de la música o del espectáculo en sí. Los dos trabajando tenemos muchofeeling. Y respecto a los espectáculos surgieron por primera vez hace tres años, cuando hicimos losBlues Brothers, y después de la buena acogida que tuvo decidí continuar y dividirlo en dos partes, con una primera más tradicional de banda y con una segunda donde a la música se añade una puesta en escena a lo grande, con coreografías, iluminación, instrumentos que no son típicos de banda, cantantes, bailarinas... E incluso, intentamos marcar la diferencia en los conciertos de Navidad.
Y con tantos bailoteos que se pega, ¿se ve en un musical?
(Ríe) No, una cosa es bailar un tema puntual, y otra formar parte de un musical, aunque lo de bailar es algo que desde pequeño me ha gustado mucho. Para los conciertos de verano fui a clases de baile durante un año porque tienes que tener una técnica depurada para hacer según que acrobacias.
¿Qué música escucha?
Me gusta todo tipo de música, depende del momento y del estado de ánimo. Escucho música clásica, jazz o house cuando salgo de fiesta. No tengo manías.
El mejor consejo que podría darle a sus alumnos.
Que en la música lo más importante es la constancia. Para llegar a dominar un instrumento hay que echarle muchísimas horas de trabajo. No hay que olvidar que la música es un arte donde entran todos los sentimientos. Para mi un buen músico tiene que ser como un actor, tiene que saber hacer tanto drama como comedia, y así lo hacemos con la Banda, sin encasillarnos en un solo estilo porque ahí es donde realmente se ve la versatilidad de un músico, o en este caso, de una agrupación.
Y en plan bonito, no hay nada como la música para hermanar a los seres humanos. Digo yo...
Exacto. Me llama la atención, por ejemplo en verano, cuando la gente mayor participa de la samba y disfruta de ver a todo el pueblo bailando a la vez.
Y mire que es difícil algo así con los tiempos que corren.
Sí. La música, en una sociedad con tanto estrés, aún tiene fuerza y cuando después de un concierto la gente me dice que ha sido capaz de evadirse de los problemas cotidianos me siento con la sensación de los deberes hechos. Y esto es algo que te anima a seguir adelante. Como músico profesional agradezco los comentarios de gente entendida, pero sinceramente me causa el mismo respeto una persona de a pie sin estudios musicales, porque eso significa que ha sido capaz de percibir nuestro mensaje.
De no ser músico, usted sería...
¡Uf!, es difícil porque desde pequeño llevo la música muy adentro, y aunque sea una relación de amor-odio, ya que hay muchos altibajos, sé que no podría vivir sin música.
Y sin la Banda des Migjorn supongo que tampoco.
Sí, claramente. La Banda me ha aportado no sólo cosas a nivel profesional sino también sentimental, yo siempre digo que somos una gran familia. He visto crecer y madurar a un montón de alumnos y sé que allí tengo amigos de por vida.
Hablemos de proyectos futuros.
Aparte de las actuaciones de Carnaval y Semana Santa, comenzar a preparar una nueva entrega del espectáculo de verano. Tengo varias temáticas en mente, pero aún queda mucho trabajo por delante porque hago de todo. Un evento así requiere de mucha complejidad y de ensayos extras.
Aún se continúa poniendo nervioso a la hora de salir escena.
Antes sí, pero una vez que estoy en el escenario voy con la mentalidad de disfrutar porque el músico no puede percibir que tú estás nervioso. Por lo general, me suelo crecer en el escenario, en cuanto subo y empieza a sonar la música lo que pretendo es dar la máxima confianza a mis músicos e intentar que ellos también se lo pasen bien para que el público disfrute, porque lo peor que te puede pasar es que la gente salga de un concierto con un sentimiento de indiferencia.
"A Cor Obert" acaba aquí. Tan sólo nos queda conocer su sueño.
Mi ilusión sería llevar los espectáculos de la Banda a la Península.