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La piscina cubierta del Poliesportiu Municipal es el escenario para la práctica de este completo deporte

María Álvarez
Maó
La natación es uno de los deportes más duros que existe. Primero, porque uno ha de desenvolverse en un medio que no es el suyo habitual: el agua. Y segundo, porque la práctica de esta disciplina requiere un gran esfuerzo físico. Cuando terminas una sesión te pueden doler todos y cada uno de los músculos del cuerpo. Por algo es, también, uno de los deportes más completos a la par que saludable.
En el Club de Natació de Maó, son viejos conocedores de los beneficios que este deporte acuático aporta al que lo practica, por eso, cada vez son más los niños y niñas que entrenan, aprenden, juegan y se divierten en la piscina cubierta del Poliesportiu Municipal, ahora, en mejores condiciones que nunca.
Una de las monitoras nos comenta la diferencia -a mejor- que han sufrido las instalaciones, así que el retraso de un mes y medio para el inicio de las clases ha merecido la pena: el agua está más, limpia, hay menos 'oleaje', entre otros logros. Y hay que sacarle partido al 'juguete' nuevo.
Los sábados por la mañana, se imparte un curso para niños de entre uno y seis años. Este grupo de iniciación aprende a dominar el medio acuático en clases reducidas, consiguiendo tres objetivos: Flotación, respiración y propulsión.
A partir de los seis años, los pequeños nadadores pasan a formar parte de la 'Escuela Deportiva', un grupo que busca el perfeccionamiento de los cuatro estilos: mariposa, braza, croll y espalda.
Da gusto ver cómo, desde tan pequeños, nadan de un lado al otro de una piscina que se hace enorme; algo que sólo puede hacerse con voluntad y sacrificio. Sin embargo, al verlos, uno se da cuenta de que ese trabajo les divierte, por el hecho de estar flotando, quizá sin saber, que la natación permite que los menores desarrollen de una forma más sana su crecimiento, sin las sobrecargas que pueden acarrear otros deportes; ya que los ejes mecánicos del deportista -caderas, rodillas, tobillos- se suspenden en el aire y se ahorran los impactos en el suelo que, en más o menos medida, existen en el resto de deportes.
Más aún, la natación no tiene edad. Desde los más pequeños hasta los mayores pueden practicarla. No importa nuestra condición física o nuestra edad, y es muy recomendable también para las mujeres hasta los seis meses de gestación. Un buen ejemplo de ello es que cada vez existen más técnicas de tratamiento y prevención de lesiones bajo el agua.

La natación y sus variantes
Si queremos practicar un deporte acuático, seguro que encontraremos una variante que se adapte a nuestras posibilidades.
La natación todavía vive revoluciones y cambios importantes, desde la última década.
Existe el waterpolo, el aquagym -aerobic musical en el agua-, la aquaterapia y los programas de rehabilitación de lesiones. Seguro que en todos permanece en la retina la actuación del equipo de natación sincronizada en los Juegos de Pekín. Una disciplina, en la que, simplemente el hecho de mantenerte en el agua, es complicadísimo.
La natación es la lucha contra el déficit de oxígeno. Un deporte que se puede practicar a nivel recreativo, para mejorar la salud, o a nivel de competición. Sea como sea, el espíritu de sacrificio estará presente en todo buen nadador.