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Lluís Vergés
Maó
Isaac Jacob Blumenfeld es el protagonista y narrador de esta novela en la que en su madurez nos cuenta su participación como soldado en las dos primeras guerras mundiales, su cautiverio en un campo de concentración nazi y posteriormente, tras lograr salir vivo de allí, su encierro en el Gulag soviético. Este sastre judío de Galitzia (territorio al norte de los Cárpatos actualmente dividido entre Polonia y Ucrania) consigue contarnos su trágica vida con humor e ironía.
Debido a los acontecimientos y vaivenes políticos acaecidos en la Europa de la época, Blumenfeld nace como súbdito del Imperio Austrohúngaro y termina siendo austríaco, después de haber sido ciudadano de Polonia, el Tercer Reich y la Unión Soviética. Como dice el protagonista, a él la política no le interesaba. No obstante, la propia política, por su parte, iba mostrando por él un interés cada vez mayor.
Nuestro héroe, hombre rollizo, de cara de pecas, con una corona de pelos rojizos alrededor de la calva, "no empuja los acontecimientos sino que ellos le empujan a él. No ha sido la piedra del molino, ni el agua que la hace girar: ha sido la harina".
Un hecho crucial que ha pesado sobre el aciago destino de Isaac ha sido el hecho de ser judío y esta circunstancia se subraya a lo largo de la narración, en la que en casi cada capítulo encontramos chistes de judíos o observaciones sobre su carácter y psicología. De buen principio, agradece a Dios el alto honor de que escogiera a Israel como su pueblo elegido, pero se lamenta de que no escogiera para ello a algún otro pueblo.
Los avatares de nuestro infortunado amigo constituyen un impresionante y conciso resumen de la historia de Europa en el pasado siglo XX. La lucidez con la que el narrador resulta su suerte aportan un gran interés a la novela de Angel Wagenstein. Nacido en 1922 en una familia sefardí de Plovdiv, Bulgaria, ha vivido algunas experiencias paralelas a las de su protagonista. Pasó su infancia exiliado en París por la militancia de su familia en movimientos socialistas y comunistas. Regresó a su país, tras una amnistía y, siendo un adolescente, entró a formar parte de una organización antifascista clandestina. Durante la segunda guerra mundial, participó en varios actos de sabotaje por los que fue internado en un campo de trabajo del que se evadió para integrarse en las filas de los partisanos. Arrestado y condenado a muerte en 1944, logró salvarse gracias a la entrada del Ejército Rojo en Bulgaria. Finalizada la guerra, cursó estudios cinematográficos en Moscú y empezó una larga carrera como guionista y realizador llegando a ser premiado en el Festival de Cannes.
Su carrera literaria comenzó tardíamente cuando ya contaba con sesenta años con la publicación en 1998 del libro que hoy comentamos. 'El Pentateuco de Isaac' fue el inicio de una ambiciosa trilogía dedicada al destino de los judíos en la Europa del siglo XX que completaría más tarde con 'Lejos de Toledo' (2002) y 'Adiós, Shangai' (2004).
El rasgo original de la novela de Angel Wagenstein es tratar de forma cómica la historia de los judíos en Europa y además lograr que el punto de vista humorístico no quite dramatismo a las tragedias de la historia. En mi opinión, el autor logra plenamente su objetivo y nos hace plenamente partícipes de las terribles desgracias de su pueblo sin perder la sonrisa.

El Pentateuco de Isaac
autor: Angel Wagenstein
género: Novela
editorial: Libros del Asteroide
edición: Barcelona, 2008
Traducción: Liliana Tabákova
páginas: 316
precio: 18,95 euros