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Los alumnos de 3º de ESPA del CEPA Joan Mir i Mir de Maó han estudiado la literatura medieval española

Ana Golmila Domènech
CEPA Joan Mir i Mir
Maó
Durante la primera evaluación del presente módulo, los alumnos de 3º de ESPA del CEPA Joan Mir i Mir de Maó -l'Escola d'Adults, vaya- han estudiado la literatura medieval española, desde la lírica popular hasta La Celestina. A pesar de que apenas la conocían, se han ido apasionando por ella hasta el punto de que raramente faltan a clase a pesar de ser los viernes de 21 a 22, ¡ya tiene mérito!, y de que realizan encantados cualquier ejercicio de profundización que se les proponga.

Uno de estos ejercicios se trataba de escribir un poema a la manera del "Habla el amor", del arcipreste de Hita, que encontraréis a continuación. En él, el arcipreste describe cómo sería su mujer ideal; como veréis, el modelo de belleza femenina ha ido evolucionando mucho con el tiempo. Mis alumnos han hecho algo parecido, pero desde la perspectiva actual... ¡y con mucha gracia!


Habla el amor...
Si quieres amar dueñas o a cualquier mujer
muchas cosas tendrás primero que aprender
para que ella te quiera en amor acoger.
Primeramente, mira qué mujer escoger.

Busca mujer hermosa, atractiva y lozana,
que no sea muy alta, pero tampoco enana;
si pudieres, no quieras amar mujer villana,
pues de amor nada sabe, palurda y chabacana.

Busca mujer esbelta, de cabeza pequeña,
cabellos amarillos, no teñidos de alheña;
las cejas apartadas, largas, altas, en peña;
ancheta de caderas, ésta es talla de dueña.

Ojos grandes, hermosos, expresivos, lucientes
y con largas pestañas, bien claros y rientes;
las orejas pequeñas, delgadas; para mientes
si tiene el cuello alto, así gusta a las gentes.

La nariz afilada, los dientes menudillos,
iguales y muy blancos, un poco apartadillos,
las encías bermejas, los dientes agudillos,
los labios de su boca bermejos, angostillos

La su boca pequeña, así, de buena guisa,
su cara sea blanca, sin vello, clara y lisa;
conviene que la veas primero sin camisa
pues la forma del cuerpo te dirá: ¡esto aguisa!
[...]
Arcipreste de Hita


Habla el amor...

Si a un hombre quieres amar,
estas cosas tienes que buscar
y yo te las voy a enseñar
para que con él muy feliz puedas estar.

Que sea un hombre de mediana estatura
para que lo puedas coger por la cintura.
Si pudieres, que fuera inteligente
para poder con él entretenerte.

Sobre todo que haya sinceridad
y así poder vivir con él toda la eternidad.
Si es honrado y hablador,
vivirás con él mucho mejor.

Hombre corpulento y fortachón
de cabellos negros como el tizón,
de ojos expresivos y azules como el mar
para que en ellos te puedas mirar.

Nariz pequeñita, cejas separadas,
orejas menudas, bien pegadas;
los dientes bien blancos y bien juntadillos
y de cuello no muy anchillo.

El su tesoro que sea respingón
a las dueñas gusta un montón.
Su espalda sin vello y lisa
este hombre de buena guisa.

Paqui Llopis Taltavull


Habla el amor...

Si quieres amar a un hombre,
¡o a un muchacho!,
hay que mirar y escuchar
algunos consejos.

Primeramente, si es buen hijo,
seguro que buen marido también será.

Busca un hombre bello, sereno al hablar,
pues mucha sabiduría tendrá.

Labios dulces como la miel,
encías rosadas y dientes agrupados;
aliento mentolado sale de su boca.

Hombre alto, hombros anchos, no muy delgado,
cabellos negros o castaños, nariz afilada,
ojos verdes o marrones, no importa mucho el tono.

Íntegro, inteligente, que sea un verdadero caballero:
planchar, limpiar, fregar, cocinar
y el jardín cuidar.

¿Tal perfección, quién encontrará?

Luciene García Marques


Habla el amor...

El tiempo fue pasando
y la luz se fue apagando.
Ya no brillan tus ojos,
aquéllos tan hermosos.

Veo en la lejanía
los destellos del amanecer.
¡Oh, muchacho mío,
por ti suspiro cada mañana
y cada atardecer!

Salí al campo a pasear
y aire puro respirar
con estas hierbas verdes
que parecen un manto al pisar.

Caballero de tez morena y radiante,
siempre andas como un volcán y furioso
con un pan bajo el brazo y muy hacendoso.

Niní Pons Villalonga