salom. El médico deportivo apuesta por un menú con hidratos - Archivo

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A menudo los deportistas se encuentran ante la duda de si comer o no comer antes de realizar una actividad deportiva. La sensación de pesadez que genera la comida si no se ha hecho una buena digestión puede llegar a mermar el rendimiento deportivo, como también lo puede hacer optar por comer poco o nada. El doctor Nando Salom, especialista en medicina deportiva, opina que "se puede comer siempre que se respeten los hábitos alimenticios y el plazo de tiempo para que se haga la digestión" y matiza que "los deportistas que no comen antes de hacer deporte corren el peligro de gastar las energías antes que los demás".
En este sentido, el médico cree que "si una persona tiene buenos hábitos a la hora de comer no tiene que cambiarlos mucho con motivo del evento deportivo porque puede llegar a perder los hábitos o llegar a no comer". A la hora de sentarse a comer antes de un partido, Salom reconoce que "lo mejor es un menú con mucha energia, que la aportan los hidratos de carbono".
Cuando el doctor Salom tiene que diseñar un menú opta por: "de entrante una ensalada muy variada con lechuga, tomate, pimiento, rúcula y atún y huevo duro, que tienen proteinas". En el primer plato lo que suele tener más éxito entre los deportistas "suele ser la pasta, que gusta a casi todos, o el arroz con verduras o a la cubana". De segundo plato, los platos habituales en los repertorios de comida que prepara el doctor Salom hay "pechugas de pollo o algún filete de ternera, porque el pescado en los deportistas de hoy en día es más complicado que se lo coman".
Donde puede llegar a hacer la vista gorda es en el postre: "Recomiendo fruta o yogur y dependiendo de donde coman, algún pastel".
Para el doctor Nando Salom "lo importante es que respeten el tiempo de digestión", el proceso en el que la comida se transforma en energía previo paso por el estómago. Lo ideal es que se termine de comer tres horas antes de empezar la actividad deportiva, un tiempo que se puede acortar si se trata del desayuno, donde una cena fuerte la noche anterior es el complemento ideal.
Uno de los deportes en los que más calorías se queman es el ciclismo. "Para una etapa del Tour un ciclista debe llegar a consumir unas 5.000 ó 6.000 calorías, llegando a comer mientras corre".