Más de 120 sacerdotes, seis obispos y el cardenal García-Gasco concelebran con Osoro en el funeral por monseñor Sanus

VALENCIA, 14 (EUROPA PRESS)

Más de 120 sacerdotes, seis obispos y arzobispos, y el cardenal Agustín García-Gasco, concelebraron esta tarde con el arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, en la misa funeral que presidió el titular de la archidiócesis en la Catedral de Valencia por el eterno descanso del arzobispo emérito de Valencia, monseñor Rafael Sanus, que fallecido anoche a los 78 años.

Entre los prelados participantes se encontraban los obispos auxiliares de Valencia, monseñores Esteban Escudero y Enrique Benavent; el arzobispo de Zaragoza y el obispo de Mallorca, monseñores Manuel Ureña y Jesús Murgui, además de los obispos que se encuentran en Valencia para participar en el III Encuentro de las Familias Inmigrantes con la Virgen de los Desamparados, monseñores Cándido Cárdenas y Germán Pavón, titulares de las diócesis de Benjamín-Aceval (Paraguay) y de Ambato (Ecuador), según informó el Arzobispo en un comunicado.

En representación de la Generalitat Valenciana participaron en la eucaristía el vicepresidente tercero del Consell, Juan Cotino; la consellera de Cultura, Trini Miró, y el titular de Solidaridad y Ciudadanía, Rafael Blasco. También participaron la concejala de Bienestar Social del Ayuntamiento de Valencia, Marta Torrado, el senador y ex presidente de la Generalitat, Joan Lerma, y el ex conseller Emérit Bono, entre otras autoridades.

Mientras las campanas de la torre del Miguelete interpretaban el "toque de obispo difunto", datado en el siglo XIV, accionadas por miembros de la Asociación de Campaneros de la Catedral, los más de 120 sacerdotes partían por la puerta románica de la Catedral hacia el Palacio Arzobispal para recoger el féretro y conducirlo a la Seo, a hombros de ocho presbíteros.

En su homilía, el arzobispo de Valencia trazó una semblanza de monseñor Sanus del que resaltó "su gran corazón" y su labor como "obispo, maestro y educador de tantos sacerdotes como estáis esta tarde aquí".

"Su corazón era tan grande que desbordaba de amor, cariño a los demás, sin dar la lata a nadie", señaló monseñor Osoro, que también subrayó su labor al frente del Seminario de Valencia. "Cuántos sacerdotes habéis sido contagiados por la forma en que don Rafael vivía el ministerio sacerdotal desde la entrega, el servicio y la identificación total y plena con Jesucristo", subrayó

"Sabía decir las cosas, sabía pedir perdón, sabía amar a los demás", señaló el arzobispo de Valencia. Al término de la eucaristía, cuando el cortejo fúnebre abandonada la Seo por la puerta románica de la Almoina, los fieles que llenaban el templo prorrumpieron en una ovación.