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El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, puso hoy a San Isidro como "ejemplo" ante las "graves incertidumbres ante el futuro" a las que tienen que hacer frente los ciudadanos durante la homilía de la solemne misa del patrón de Madrid celebrada esta mañana en la Real Colegiata de San Isidro.

MADRID, 15 (EUROPA PRESS)

El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, puso hoy a San Isidro como "ejemplo" ante las "graves incertidumbres ante el futuro" a las que tienen que hacer frente los ciudadanos durante la homilía de la solemne misa del patrón de Madrid celebrada esta mañana en la Real Colegiata de San Isidro.

"Son grandes y graves las tristezas y las angustias que nos afligen en este momento crucial de la historia; pero no son menores las razones y las fuerzas para poder sostener y hacer vibrar la esperanza e, incluso, el gozo en este San Isidro madrileño", afirmó Rouco Varela.

Así, apuntó que el santo "ilumina de nuevo la actualidad, marcada para muchos ciudadanos y sus familias por las graves incertidumbres ante el futuro --el desempleo de tantos de ellos-- y por los interrogantes que se plantean para abordarlo y configurarlo como un horizonte de verdadera esperanza".

Para hacer más llevadero este desafío, el cardenal arzobispo recomendó fijarse en el Santo labrador que, con su ejemplo, "ilumina y alienta en esta hora crítica del presente como lo hizo en los momentos más duros del pasado".

"Un presente en el que Madrid es consciente de los lazos vivos y profundos que le unen al destino de España y a Europa. San Isidro nos ilumina, nos alienta y, además, nos conforta e impulsa como intercesor para que elijamos el recto camino de una verdadera, posible y alcanzable recuperación y para que perseveremos constantes en él", añadió.

PERTENENCIA "SIN FISURAS"

A continuación, monseñor afirmó que el Santo "no vaciló nunca en mantener sin fisura alguna su pertenencia a la comunidad católica de los creyentes en Jesucristo Resucitado" y resaltó "el contraste entre el modelo de vida que adoptó y siguió en su realización personal, en su matrimonio, en su familia, en su trabajo y en sus relaciones sociales, y el vigente hoy".

Por ello, a su entender "urge esa nueva conversión en la vida interna de la Iglesia --de sus pastores, de sus sacerdotes, de sus consagrados y de sus fieles laicos-- y en la vida de los ciudadanos tanto en el ámbito de lo personal como en la realidad social, cultural y política que los envuelve".

Finalmente, apuntó que la festividad de San Isidro labrador acerca a la ciudadanía "a una de las fuentes principales de la piedad cristiana que modeló la forma de creer y de vivir cristianamente de los madrileños e imprimió un inequívoco sello cristiano a costumbres, tradiciones populares, expresiones culturales, formas de vida e ideales morales y humanos del pueblo de Madrid hasta hoy mismo".

"En esta celebración de San Isidro queremos reafirmar y acentuar con renovada intensidad esta solidaridad de los hijos de la Iglesia Diocesana con el pueblo de Madrid, unidos inquebrantablemente a quien la preside en la caridad, el Sucesor de Pedro, nuestro Santo Padre Benedicto XVI. No queremos que quede la menor duda sobre los sentimientos de solidaridad más profunda que abriga la comunidad de los católicos creyentes en Cristo de Madrid con la comunidad de sus ciudadanos", zanjó.

En referencia al viaje que Benedicto XVI acaba de realizar al Santuario de la Virgen de Fátima, Rouco recordó que el Papa "advertía de la actualidad del mensaje de la Virgen" y exhortó a rezar el Rosario en familia, ya que "cuando se ora por Cristo, con Cristo y en Cristo, todo lo verdaderamente humano se robustece, crece, se transforma en una civilización del amor y se va abriendo como un surco sembrado por el Evangelio para la vida feliz y eterna".

Concluyó haciendo alusión a la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, en agosto de 2011, afirmando que con ella "este querido y viejo Madrid vibrará con la esperanza de los jóvenes cristianos del mundo".

Junto con Rouco celebraron la misa el Nuncio de Su Santidad en España, monseñor Renzo Fratini, los obispos auxiliares de Madrid, Fidel Herráez y Juan Antonio Martínez Camino, además del canónigo encargado de la Colegiata y párroco del Buen Consejo, Eduardo Herreros; el Vicario Episcopal de la zona, Juan José Lechuga del Moral; los miembros del Consejo Episcopal y del Cabildo Catedral, y sacerdotes del Arciprestazgo.

A la misa asistieron asimismo el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, de la Corporación municipal y de la Comunidad de Madrid, así como más de un millar de fieles. Durante la misma, intervino asimismo la Coral Polifónica de la Real Colegiata de San Isidro.

PROCESIONES

Rouco aprovechó la mañana para acercarse también a la ermita y visitar la carpa organizada por los jóvenes del arciprestazgo de San Miguel en la Pradera.

Además, a mediodía el obispo auxiliar de Madrid, monseñor César Franco, presidió una misa solemne en la explanada de la Ermita de San Isidro, tras la que el templo quedó abierto para que los fieles pudieran venerar la reliquia del Santo y bebieran el agua de la fuente del milagro, renovada bautismalmente por la tarde.

Los actos en honor a San Isidro Labrador continúan por la tarde con la celebración, a las 19 horas, de la tradicional procesión con las imágenes de San Isidro y Santa María de la Cabeza por las calles de la ciudad.

Desde la Colegiata de San Isidro, la procesión recorrerá las calles de Toledo, Plaza de Segovia Nueva, Puerta Cerrada, San Justo, Sacramento y Mayor, Plaza de la Villa, Ciudad Rodrigo, Plaza Mayor, Gerona, Plaza de la Provincia, Imperial y Toledo, regresando a la Real Colegiata de San Isidro, donde se finalizará con la Salve a la Santísima Virgen y el Himno a San Isidro.

Mañana, se celebrará en la Ermita del Santo un Oficio de Vísperas y Canto del Regina Coeli a partir de las 20 horas