Empresas. Algunas llevan años sin suministrar bolsas de plástico. - Archivo

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El Consorci de Residus Urbans i Energia de Menorca está trabajando conjuntamente con el sector comercial de la alimentación, con el fin de minimizar el uso de bolsas de plástico en la Isla.

Consorcio y empresarios están diseñando una estrategia para erradicar o, en su defecto reducir al máximo, la presencia de envases de plástico en los supermercados, con la finalidad de contribuir a la concienciación ciudadana y a la minimización de los efectos nocivos del plástico para el medio ambiente.

Esta campaña tendría relación con las iniciativas puestas ya en marcha por varios establecimientos y cadenas de supermercados de la Isla. Como ejemplo, la política adoptada por Lidl o Día de cobrar por las bolsas, o la de Eroski de descontar un céntimo por cada bolsa que el cliente deja de utilizar en el momento de realizar la compra.
efecto nocivo

Según fuentes del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, solo en España cada año se producen 13.500 millones de bolsas de plástico y 2.080 millones de papel y cartón, lo que supone la generación de unas 98.000 y 41.600 toneladas de residuos anuales, respectivamente. Así las cosas, solo un 13 por ciento de las bolsas comerciales se fabrican en papel, mientras que para el 87 por ciento restante se emplea el plástico. Esto quiere decir que cada español utiliza 348 bolsas cada año, de las cuales solo 50 serían de papel o cartón.

España es el primer productor europeo de bolsas de un solo uso y el tercer consumidor. Para fabricar una bolsa se emiten unos cuatro gramos de dióxido de carbono, y en su conjunto producen el 0,1 por ciento de la emisión nacional. Además, estos envases tardan unos cien años en descomponerse, y solo el 10 por ciento de ellas acaban en el contenedor amarillo para su reciclaje, aunque, según Cicloplast, asociación para el reciclaje del plástico, un 65 por ciento suelen ser reutilizadas como bolsas de basura. No obstante, suelen terminar su vida útil en vertederos o en las costas, ya que un 20 por ciento de los residuos recogidos en las playas son bolsas. Es en el litoral donde se convierten en trampa para la fauna marina y las aves.