Temporal de viento (I) | Xavier Pons Cladera

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El cierre desde primera hora de la mañana del tráfico regular con los puertos de Maó y Ciutadella dejó a la Isla incomunicada por mar, pero no así por aire. Pese a las inclemencias del tiempo, ningún vuelo con origen o destino Menorca tuvo que ser cancelado, ni tampoco sufrió retrasos de consideración.

La suspensión del tráfico marítimo dejó tiradas a decenas de personas, incluidas las tres que se habían desplazado a Eivissa para participar en una competición de trial. Tuvieron que volver en avión y dejar las motos dentro de una furgoneta aparcada junto al aeropuerto de Son Sant Joan en Palma, que habrá que ir a buscar.

Desoyendo las advertencias de las autoridades, muchos curiosos se aproximaron a las playas y los paseos marítimos para tomar imágenes del dantesco espectáculo de olas en el mar, sobre todo en Fornells. Allí la sensación de frío era aún más intensa que en el centro de las poblaciones, donde el fuerte viento alcanzaba una menor intensidad.

Aunque las temperaturas no bajaron de seis grados y medio (la mínima del día, registrada en Es Mercadal), la sensación térmica fue la misma que si los termómetros se encontraran incluso unas décimas por debajo de cero. La máxima fue ayer de 11 grados, cinco inferior a la contabilizada apenas 24 horas antes, que había sido de 16. La intensidad del temporal fue tal que las temperaturas máximas se marcaron durante la madrugada y las mínimas, a lo largo del día. El mundo al revés.