La señal se pirateaba desde el propio domicilio del acusado, en Sant Lluís. | Archivo

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Un hombre de mediana edad, natural de Menorca y residente en Sant Lluís, está acusado de piratear la señal de televisión de la plataforma Digital Plus y comercializarla con otras personas de su entorno para obtener un beneficio ilícito.

El inculpado será juzgado mañana martes en la sala del Penal de Maó como presunto responsable de un delito que se tipifica como continuado relativo al mercado y a los consumidores, según la calificación del ministerio fiscal. El jurisconsulto solicita una condena de dos años de prisión y una multa de 24 meses a razón de 6 euros de cuota diaria, que suponen una suma de 4.320 euros, además de la indemnización a la distribuidora afectada, 23.730 euros.

Durante un año y cuatro meses, entre 2.012 y 2.014, el acusado organizó una infraestructura para el cobro de las cantidades a las personas a las que ofreció la señal pirata de la plataforma televisiva. Utilizó el equipo informático del que disponía en su propio domicilio, situado en una vivienda céntrica del casco urbano de Sant Lluís, para diseñar y ejecutar un programa con el que podía distribuir la señal recibida de Digital Plus a cuantas personas estuvieran interesadas en conectarse a su decodificador. Lo hacía, claro está, previo pago de una cantidad de dinero que variaba en función de la duración del compromiso adquirido.

Las tarifas que implantó partían de los 10 euros, si era solo para un mes, 20 euros por tres meses de conexión, 50 euros por 6 meses y 80 euros durante un año completo. Toda la infraestructura y la distribución de la señal a sus clientes la realizó sin el consentimiento de la plataforma.

Según la denuncia presentada por DTS, distribuidora de Televisión Digital SA, en Menorca, los perjuicios económicos que le causó este procedimiento fraudulento ascendieron a un total de 23.730 euros.

Una vez descubierta por la compañía la práctica ilegal del acusado, éste fue detenido por la Policía Nacional el 21 de febrero de 2014 y pasó dos días en los calabozos de la Comisaría hasta que fue puesto a disposición judicial y quedó en libertad con cargos, pendiente de juicio.