Joan y su hermana Lourdes durante la campaña para reivindicar su inocencia. | JUSTICIA PARA JOAN/JUSTICIA REAL

TW
2

Resignada y a la espera de poder mantener comunicación con Joan Cardona. Así se encuentra la familia del joven mahonés, de 29 años, que desde este martes cumple condena en la cárcel de Els Lledoners, en Barcelona, por un delito de agresión sexual del que él siempre se ha declarado inocente. Su hermana, Lourdes, quien puso en marcha la campaña de recogida de firmas en Change.org (ahora ya cerrada, con 9.623 apoyos recogidos) para que el Tribunal Constitucional valorara a fondo el caso, afirmó, afectada, que «lo acompañamos y ya no sabemos nada más de él».

Todavía digiriendo todo lo que ha pasado, los familiares asumen poco a poco las circunstancias, «con resignación». Los padres de Joan y sus dos hermanos, Lourdes y Carlos, estuvieron con él hasta el momento de producirse el ingreso en el centro penitenciario.

Ahora para visitarlo tendrán que desplazarse a 70 kilómetros de Barcelona pero, según su hermana, en la elección de la prisión donde cumplir la pena han pesado distintas consideraciones. Creen que «si la cumple allí cuando regrese a Menorca todo estará ya pasado, será más fácil para él rehacer su vida».

Ahora aguardan a que se le asigne un módulo dentro de la prisión, a que se formalice el ingreso y a conocer cómo es el funcionamiento en cuanto a visitas y llamadas, que debe realizar el propio recluso, no su familia desde el exterior. Esperan asimismo el asesoramiento de su nueva letrada, Mireia Balaguer, sobre cómo afrontar el caso más allá de la sentencia, una vez que Joan Cardona ha ingresado en prisión. Los padres del joven menorquín se han puesto en manos de una conocida abogada ya que Balaguer, del despacho BB Abogados de la ciudad condal, es una experta penalista, vocal de la sección de Derecho Penal del Colegio de Abogados de Barcelona. Es responsable del área de Derecho Penal y Ejecución Penal del bufete y se hace cargo del caso del menorquín tras perder éste todos los recursos y haberle sido denegado el indulto.