El policía aseguró que el médico, al que había detenido por condución anómala, le agredió en el Hospital. | Jaume Fiol

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Rubén Darío Rubira Díaz, traumatólogo del Hospital Mateu Orfila, ha presentado una denuncia en el juzgado contra un policía nacional, que es su vecino en Maó, acusándole de un delito de coacciones por uso abusivo de su autoridad.

Entiende el galeno que el agente «y demás personas que pudieran ser responsables» -en la denuncia cita a otro policía local que intervino en los hechos- urdió un montaje prevaliéndose de su condición de agente para perjudicarle, lo que provocó su detención y pasar una noche en el calabozo bajo acusación de atentado y delito contra la seguridad vial. De ambas acusaciones, en las que le ha defendido su abogado, José de Juan López, ha sido absuelto por el juez del Juzgado de Instrucción número 2 de Maó.

El origen de esta supuesta persecución, defiende el médico, está en la negativa a devolverle 160 euros de una plaza de garaje que le había alquilado al agente a finales del pasado año.

Rubira Díaz señala que el 4 de febrero, tras una comida con personal del Hospital en el Aeroclub, el policía nacional, de servicio con el coche patrulla, aguardó en el parking a que el médico tomara su vehículo sobre las 19 horas. Asegura que le persiguió hasta que le hizo detenerse cerca de su casa por conducción anómala y peligrosa y le dijo que lo hacía por no pagarle lo que le debía. No pudo realizar el test de etilometría pese a que fue conducido en el coche patrulla a la central de la Policía Local, ya que padece problemas respiratorios. Hasta cuatro veces, denuncia, le obligaron a intentarlo informándoles él de su mal estado por el que necesitaba medicación que había dejado en el coche sin que le permitieran recuperarla.

Finalmente fue conducido al Hospital Mateu Orfila para que le realizaran el análisis que detectara la tasa de alcohol en su sangre. Fue allí donde el policía nacional le acusó de haberle agredido y procedió a su detención por atentado a la autoridad. Esta presunta agresión no pudo ser probada por el policía nacional por lo que el juez le absolvió. Al contrario, el médico asegura que el policía le dio un fuerte pisotón y una patada. El médico aporta testigos de los hechos en la denuncia cursada en el juzgado, tanto de este incidente como en el de la supuesta persecución en el coche patrulla a la salida del Aeroclub.

El resultado del análisis reflejó 0,79 gramos de alcohol por litro de sangre, una tasa positiva, aunque no suficiente para considerarse un delito penal por lo que el juez también sobreseyó el caso.

A la vista de ambos fallos del magistrado, la denuncia por coacciones podría verse ampliada a detención ilegal, entre otros presuntos delitos, ha señalado su abogado José de Juan López.