Heber Sejas, en imagen de archivo, se muestra desesperado ante la situación

TW
15

En tres semanas Maó celebrará las fiestas de la Mare de Déu de Gràcia y los caballos volverán a las calles. Habrá transcurrido un año desde que dos equinos desbocados arrollaron a varias personas en la calle Sant Roc, en un accidente que a Heber Sejas Espinosa le ha marcado de por vida.

Sufre las secuelas físicas del golpe que le dio el caballo, pero también las psicológicas. Haciendo un esfuerzo por contener el llanto de impotencia, explicó este miércoles a «Es Diari» que, transcurridos casi doce meses desde el suceso, no ha recibido ninguna compensación económica del Ayuntamiento, ante el cual presentó una reclamación patrimonial por los daños sufridos.

Heber Sejas sigue de baja, ha perdido audición y sufre acúfenos en el oído derecho, por lo que requiere un aparato para oír que no ha podido comprar por falta de recursos; sigue con los dientes desplazados a causa del impacto contra el suelo, y padece de dolores en el tronco, así como de mareos y ansiedad, debido no solo a los problemas físicos sino también a los económicos y laborales que le ha acarreado el accidente.

Este padre de familia, después de cinco meses de baja, fue despedido de su empleo como peón agrícola en unas bodegas de Sant Lluís, un trabajo que debido a su condición física actual ya no puede desempeñar. Heber Sejas es padre de un niño de 5 años al que protegió del impacto el 8 de septiembre de 2016, cuando una vez finalizado el jaleo se desbocaron dos caballos y galoparon desde la calle Ciutadella hasta la Plaza Constitución. A la altura de la calle Sant Roc arrollaron a siete personas, Sejas fue una de ellas y solo recuerda que cubrió a su hijo con su cuerpo y del impacto de su cabeza contra el asfalto.

Se muestra especialmente dolido con el Ayuntamiento «no me han llamado, se les ha entregado toda la documentación pero no responden, creo que no están mostrando interés», así como con la alcaldesa Conxa Juanola, de quien afirma solo le recibió después de escribir varias cartas y de que, ante la falta de cita oficial, acudiera a pedir ayuda a la portavoz de la oposición, Águeda Reynés. «Ella sí me atendió y al día siguiente me recibió la alcaldesa, pero me pedía más testigos ¿qué más testigos quiere?», se lamenta, «solo quiero que se acabe esta pesadilla». Sejas ha pagado de su bolsillo un informe médico pericial en el que se detallan las lesiones sufridas tras ser embestido por el animal. El pasado martes volvió a Urgencias, esta vez por los acúfenos en su oído derecho y los mareos que le impiden llevar una vida normal.

El caso de Heber Sejas siguió la vía penal pero la causa fue archivada; al tratarse de una imprudencia, explica el abogado de la víctima del atropello, el juzgado indica que se debe seguir el proceso por la vía civil, algo que se plantean realizar en septiembre. Una reclamación que iría contra los propietarios o jinetes de los caballos.