Los agentes le habían apresado en la calle San Fernando

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Un joven de 23 años, de nacionalidad española, con numerosos antecedentes penales, trató de escapar de los policías nacionales que le habían detenido el domingo al mediodía encerrándose en su propia casa, situada en la calle del Carme, en Maó.

Los agentes le habían apresado en la calle San Fernando después de salir por el garaje de una vivienda en la calle Sant Llorenç, de la misma ciudad, el domingo a las 12. Un vecino había avisado a la Comisaría porque le había visto entrar saltando por un andamio de la casa de al lado que se encontraba en obras. Cuando los policías detuvieron al joven le encontraron 45 euros que, supuestamente, había sustraído del interior de ese inmueble, del que también faltaron dos anillos, una pulsera y una medalla, según denunciaron los propietarios de la casa después.

En un principio el joven intentó hacer creer que solo había entrado en la casa en obras para coger unos tablones. Poco después de su detención acabó reconociendo que vivía en otra casa situada en la calle del Carme donde, además, había dejado sola a su hija menor a la que debía recoger. Indicó a los policías que desconocía el número de teléfono del abuelo de la menor que era el único que podía pasar a recogerla por lo que los policías accedieron a acompañarle hasta este domicilio para que atendiera a la niña sin esposarle.

Cuando llegaron a la casa abrió la puerta la pareja del detenido acompañada por un perro. En ese momento, al parecer, el detenido intentó escapar de los agentes e introducirse en la casa. Se produjo un forcejeo con los policías ya que se negaba a ser engrilletado pero finalmente el joven logró su propósito y cerró la puerta. Posteriormente su pareja dijo que aquella era su casa e impidió la entrada a los agentes indicándoles que no podían hacerlo si no traían la orden correspondiente y asegurando que el hombre saldría por su propia voluntad.

Los policías, desde el exterior de la casa, insistieron para que saliera y finalmente el hombre se entregó para ser conducido a la Comisaría e instruirse las diligencias de su detención.

El joven, al que se le contabilizan hasta 17 antecedentes penales, permaneció en los calabozos de la Comisaría de Maó desde el domingo al mediodía hasta ayer martes por la mañana, cuando fue puesto a disposición judicial bajo la acusación de robo con fuerza y atentado por haberse resistido a los agentes.

El juez le tomó declaración y quedó en libertad provisional hasta que se completen las diligencias ya que negó que hubiera sido el autor del robo en la casa habitada asegurando que solo había tomado un tablón de la obra colindante. Si se comprueba que fue el responsable del robo, el juez podría ordenar su ingreso en prisión preventiva en próximas fechas debido a sus antecedentes.